Más del 40% de los andaluces quiere que Juanma Moreno siga siendo el presidente de la Junta. Así lo revela el barómetro elaborado por el Centra, el organismo andaluz que cumple funciones similares a las del CIS, y que pronostica que el PP revalidaría la mayoría absoluta. Lo haría con algo menos de apoyo, pero suficiente para gobernar en solitario. De los 58 escaños de hace dos años, ahora obtendría una horquilla entre 56 y 58.
En la derecha, la irrupción de Alvise entre las opciones de voto perjudicaría al bloque. Porque Se Acabó La Fiesta (SALF) obtendría el 2,7% de los votos, insuficientes para lograr representación, pero que sí dañan las perspectivas del resto. En concreto, porque Vox pasaría de obtener el 13,5% en junio del 2022, las últimas elecciones autonómicas, al 11,1%, según este barómetro. Es decir, los de Abascal pierden tanto como prácticamente obtienen los de Alvise Pérez. Y esa mella haría que pasaran de tener 14 a 12 ó 13 escaños.
Sin embargo, más allá de que puntualmente la derecha pierda algo de representación, lo que se evidencia es que la izquierda no se recupera de forma importante. El PSOE obtendría el 27,1% de los sufragios, un 3% más respecto a 2022, pero inimaginable ahora mismo recuperar el Gobierno andaluz con 30 escaños. Porque a su izquierda, apenas hay cambios. Por Andalucía, la coalición de Podemos con los partidos que conforman Sumar, ganaría un par de escaños, de los 5 actuales a los 6 ó 7. Y Adelante Andalucía, actualmente con dos representantes, sacaría uno o dos asientos en el Parlamento, así que iguala o pierde.
Las cuentas son tozudas. El PP lograría la mayoría absoluta por cierto margen de entre uno y tres diputados. Pero la docena de asientos de Vox impediría cualquier cambio de color político en San Telmo. Andalucía hoy vota solo un poco menos a la derecha que hace dos años, pero sigue optando por papeletas dentro del espectro conservador muy mayoritariamente.
La única esperanza de la izquierda actualmente es que estos datos suponen un incremento de unos 3,5 puntos y que quedan dos años. Casi tanto consuelo es ganar algo como no seguir desangrándose. Porque si la sanidad y la educación pueden generar descontentos en la población y minar la hegemonía del PP, no menos cierto es que la Junta trabaja a destajo para capitalizar el desgaste que generan los seis años de Gobierno de Pedro Sánchez en La Moncloa, ahora también salpicados de escándalos como el caso Koldo.
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