El año político en Andalucía se cerraba con varias grandes noticias. Una, la aprobación del Presupuesto andaluz para 2025, fruto de la mayoría absoluta del PP en el Parlamento. Otra, la recuperación para el PSOE de la Alcaldía de Jaén, que se hará realidad este mismo jueves 2 de enero.
Es apenas la única mala noticia recibida por el PP. Porque es, a día de hoy, el partido hegemónico de Andalucía. En ello influyen muchos factores, como la desconfianza general hacia la política andaluza, o que Juanma Moreno convence a una mayoría como líder tranquilo, moderado. Pasado el lustro desde la llegada a la Junta, el Centra, el llamado 'CIS andaluz' y que ya resultó fiable en los últimos procesos electorales, indica que la mayoría absoluta popular no solo se repetiría, sino que incluso podría crecer.
Por ello, en estos tiempos de confusión e inestabilidad, Andalucía es casi una anomalía. Las tensiones en el Parlamento de los andaluces no se acercan a las propias de la política española.
Los contratos sospechosos del SAS han marcado la política andaluza
Eso sí, 2024 será, seguramente, el último año relativamente tranquilo. Porque el PSOE elegirá en las próximas semanas a su líder. Hay un grupo de candidatos donde Juanfran Serrano es el favorito de Ferraz, pero donde aún puede acabar suponiendo la vuelta de María Jesús Montero a la política andaluza -parece que el gran problema es que ella no está convencida del todo, y es un pilar en el Gobierno de Pedro Sánchez-, o incluso la repetición de Juan Espadas, si bien cada día resulta más difícil a tenor de las continuas declaraciones de líderes que sugieren la necesidad de un cambio.
2025 no será tranquilo, sencillamente, porque ya será el año en el que ronde la cita electoral prevista para mediados de 2026. Es lo que se suele llamar 'precampaña'. La oposición va a meter la directa para lograr, al menos, hacer mella en la gestión de Moreno.
El gran asunto es el de la sanidad. Este año que entra irá ofreciendo novedades sobre la instrucción judicial abierta para dilucidar si los contratos con las clínicas privadas postpandemia fueron o no ilegales. Puede quedar todo en un reproche 'administrativo', como sugiere Juanma Moreno, o bien ser un asunto penal, con mayores consecuencias.
La oposición califica el asunto como "el mayor escándalo de España en la gestión sanitaria", y lo relaciona con el evidente problema que sufre el servicio. Para ello, el Gobierno andaluz tiene dos aspiraciones: que culmine el primer año desde el plan de choque de las listas de espera, y que dé frutos la reordenación del sistema de citas en atención primaria, con una promesa no exenta de polémica de respuesta en 72 horas.
Por otra parte, 2025 será un año muy marcado por las ayudas europeas, que siguen inyectando dinero a las inversiones públicas dentro del esquema de la recuperación económica postcovid. Ese plan finalizará en 2026, por lo que en este penúltimo año habrá que terminar de poner en pie muchas propuestas que marcaron el camino hacia una Europa -y por consiguiente, una Andalucía-, más sostenible, modernizada y con menor desigualdad.
Juanma Moreno vs. Pedro Sánchez
El PP tiene las miras puestas, lógicamente, en la inestabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez, con pactos difíciles entre partidos en muchos aspectos incompatibles. Un ejemplo de ello es el impuesto a las energéticas, que el PSOE debe pactar con formaciones de derechas como Junts y PNV, y a la vez con sus socios de Sumar, o partidos fuera del Ejecutivo como Podemos, Bildu o ERC. Andalucía quiere que no haya impuesto para no poner en peligro el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde.
Para dar estabilidad al Gobierno, Sánchez necesita al menos un Presupuesto que le permita avanzar en la legislatura y no seguir con prórrogas. Y el PP lo sabe. Juanma Moreno es clave en esa estrategia porque ha apostado este 2024 por insistir una y otra vez en que el acuerdo para una hacienda en Cataluña perjudica a los andaluces. Además, desde Andalucía también se hace referencia continuamente a las graves sospechas de corrupción en el seno del Gobierno de tramas como la de Ábalos, Koldo y Aldama.
El Gobierno andaluz es parte de la oposición a La Moncloa y pide una financiación más justa: 1.500 millones de euros al año para igualarse al menos con la media y un fondo de compensación respecto a más de una década de infrafinanciación.
Además, Feijóo sabe que Juanma Moreno es un activo importante. Si el PP lograra transformar los apoyos recabados en las elecciones autonómicas en votos para unas futuras generales, el gallego estaría muy cerca de La Moncloa. Además, Moreno goza de buena reputación entre el electorado andaluz, pero también en el español. El peso del PP andaluz en el panorama nacional nunca ha sido tan grande.
Los servicios públicos como termómetro
En la calle, sí se palpa cierta desconfianza hacia la gestión de la Junta de Andalucía. La más sonada es en materia de Salud. Los problemas del SAS generan muchas frustraciones en las familias andaluzas.
Asimismo, problemas como el desempleo estructural no están solucionados, ni siquiera en un clima económico de expansión, lastrado por una inflación que no termina de relajarse, si bien ya da signos de un nuevo tiempo de mayor control.
Este 2025 será el de precampaña para la oposición, que quiere evitar otra absoluta del PP
En Educación, los inicios de curso no colman las expectativas ni de los docentes, que reclaman mayor agilidad para cubrir bajas, por ejemplo, o reducir la burocracia interna. Esto llega a las familias. No menor resulta el pulso de los rectores con la Junta y los problemas de financiación de la pública mientras se han multiplicado los permisos para centros privados.
Asimismo, los andaluces también quieren respuestas efectivas en materias como la vivienda, o el control de los excesos del turismo. Este 2024 parece que relaja los miedos a restricciones en materia de agua, gracias a las importantes lluvias que han incrementado las cuencas.
Son asuntos que preocupan a los andaluces y para los que la Junta deberá ir dando respuesta en este 2025 si quiere repetir mayoría absoluta en 2026. La respuesta de Andalucía está en promover la economía y el consumo bajo una premisa liberal: se recauda más bajando impuestos, algo que la oposición cuestiona para derribar esa idea de que Andalucía va a mejor económicamente.
Por lo pronto, parece que Moreno ha salido bien parado si se tiene en cuenta la intención de voto. Pero, como ha dicho el PP muchas veces, ha sido un voto prestado y deben estar atentos para renovarlo en el futuro.
No hay que menospreciar en ningún caso las oposiciones a la izquierda y a la derecha del PP, que van a intentar por todos los caminos posibles que, al menos, no obtenga mayoría absoluta. Pero Juanma Moreno parece que lo tiene claro: sembrar en 2024 y 2025 para recoger en 2026.
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