El portavoz andaluz de Vox, Alejandro Hernández, ha protagonizado una rocambolesca situación en el Parlamento de Andalucía al perder los papeles durante la sesión de este jueves. La socialista Susana Díaz decía al presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, que su Gobierno "ha abrazado a los herederos del franquismo" al pactar con la ultraderecha.
Un segundo después, Alejandro Hernández ha pedido la palabra que en ese momento tenía Díaz, que ha continuado hablando ignorando los gritos. Vox se dirigía a la presidenta del Parlamento, de Ciudadanos, Marta Bosquet.
"Señora presidente, atiéndame y no me ningunee", le repetía cuando empezó a levantar la voz. Aunque la emisión no ha recogido todas sus palabras, se le oye decir "acabamos de ser objeto de un..." e "intolerable".
Bosquet le recordaba que "no tiene usted la palabra. Le rogaría que no interrumpiera", le contestaba la primera autoridad del Parlamento. Entonces es cuando Hernández gritó con todas sus fuerzas. Cuando su micrófono fue silenciado, dio un golpe y lo tumbó a la posición en la que se encuentra cuando no se hace uso de él. "A la porra", dijo en un primer momento. "A tomar por culo", dijo después enfurecido.
Posteriormente, diciendo adiós con la mano, se marchó del escaño, sin que le siguiera nadie del partido en un primer momento. De hecho, ha generado sorpresa entre sus compañeros de filas.
Hernández, hasta ahora, se había mostrado como un parlamentario que podía ser duro en sus palabras pero nunca había mostrado una actitud pública como la de este jueves. De hecho, es difícil encontrar precedentes en el Parlamento andaluz de unos hechos de dificil calificación.
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