El PP de Sevilla ha destituido a José Ricardo García como secretario general, el segundo puesto de la cúpula provincial. Lo hace después de conocerse que sacó las cuentas del grupo popular en la Diputación, que se encontraban depositadas en una notaría, y éstas acabaron en la prensa.
El portavoz del grupo en el Parlamento, Toni Martín, ya dejó entrever que habría depuración de responsabilidades y hasta se filtró que podría darse una expulsión, que no se ha producido. De hecho, García pasa a un cargo en el PP andaluz. Será el nuevo responsable del área de formación.
Para ese segundo lugar en el PP sevillano, se ha decidido en un comité la designación de Agustín Aguilera como nuevo secretario general de la formación en la provincia. La decisión ha sido tomada por la Junta Directiva.
Pero la clave está en que ha sido el PP andaluz el que ha mediado para evitar que la sangre llegue al río entre las dos corrientes actuales. De un lado, los más cercanos a Moreno Bonilla, con Ricardo Sánchez a la cabeza y con José Ricardo García entre ellos.
De otro lado, un PP representado por el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, o Juan Ignacio Zoido, exregidor. De hecho, las cuentas apuntaban a sobresueldos de una persona importante en ambos gobiernos municipales, Juan Bueno.
Sanz habló recientemente de las acusaciones de sobresueldos, señalando que todo era parte de una "campaña de difamación", que en realidad era el llamado 'fuego amigo' de las trifulcas internas de partido.
En las últimas horas, dirigentes del PP sevillano han recibido un mail bajo un pseudónimo, 'Gaviota enfurecida', en el que se apuntaba contra Ricardo Sánchez y José Ricardo García. Pero finalmente la parte del PP de José Luis Sanz no logra cobrarse la pieza completa al ver cómo García continuará como parlamentario andaluz y dentro de la estructura de poder en el equipo de Juanma Moreno.
