Este viernes llegaba a su fin el plazo para las precandidaturas para las primarias del PSOE andaluz. El martes, al día siguiente de los Reyes Magos, cuando aún los niños y niñas no habían llegado a clase, Juan Espadas anunciaba que dejaba la secretaría general, que no iba a competir. Lo hizo señalando que había un proyecto para mejorar que no era el suyo, que le daba apoyos a ese proyecto. Un día después, lo que era un secreto a voces se confirmaba: María Jesús Montero vuelve a Andalucía para dirigir el partido.
Pero tendrá un cara a cara. Es cosa de dos, al menos en estos próximos días. Porque Luis Ángel Hierro es el segundo precandidato que ha iniciado el proceso para competir por el liderazgo en el partido. El catedrático es como lo que se suele llamar en política un outsider, una persona ajena al aparto que intenta hacerse con el control. Fue diputado y tiene trayectoria, pero a día de hoy es la voz crítica del PSOE andaluz. Inserto también en el sanchismo, promueve un giro hacia la izquierda en el partido.
Sin embargo, hay un escollo. Para cumplir con el mínimo, se le piden casi 5.000 firmas, avales de los militantes, para poder competir. El límite se ha ampliado respecto al último proceso interno, cuando compitieron Susana Díaz, Juan Espadas y el propio Luis Ángel Hierro.
A día de hoy, todos los grandes poderes del partido en Andalucía, de todas las familias, se han alineado con Montero, a la que ven como una opción de revulsivo para competirle a Juanma Moreno. Por eso, y por venir auspiciada por Sánchez, ahora mismo no hay disputa.
Los líderes provinciales y municipales apoyan a Montero, lo que resta casi toda oportunidad a Hierro
Luis Ángel Hierro tiene difícil pasar ese filtro de las cinco mil firmas, a recabar desde la medianoche entre el viernes y el sábado, hasta el final de la mañana del viernes, para presentarlas en la sede del PSOE. Pueden ser firmas escritas y también electrónicas, lo que juega en su favor. Pero encontrar a 5.000 socialistas que pongan su nombre para alinearse contra Montero es casi imposible.
Si no lo logra, Montero será automáticamente la nueva secretaria general por ausencia de contrincante y tomará posesión oficialmente en el congreso regional de Armilla. Es a día de hoy el escenario más probable y lo contrario una sorpresa.
Con sorna, Luis Ángel Hierro, entrevistado este viernes en Canal Sur, decía que estaba preparándose para un Betis-Sevilla, un derbi sevillano de índole andaluz. Pero no para competir "contra el Real Madrid", es decir, contra una figura con tanto peso interno como María Jesús Montero.
Más allá de que nada dice que pueda ganar, al menos querría que hubiera debate interno, contestación. Ha puesto sobre la mesa alguno que muchos pueden pensar, sobre todo el PP: que Montero debe dejar su cargo en el Gobierno e, incluso, la vicesecretaría general del partido, pues es la número 2 de Pedro Sánchez en La Moncloa y en el propio partido a nivel estatal.
No está claro cuánto tiempo seguirá con estas responsabilidades Montero, pero ella misma ya ha declarado que antes de irse quiere encarrilar la negociación de los Presupuestos Generales antes de marcharse. Un sudoku parlamentario el del PSOE de reunir votos favorables como en la investidura: Junts, PNV, Bildu, Podemos... Nada fácil.
Entre tanto, al menos, en el PSOE respiran porque no ha habido un tercer candidato como en las anteriores primarias andaluzas. Tampoco quieren a Luis Ángel Hierro con las casi cinco mil firmas. Muchas voces suspirarán si se cumple el plazo y el precandidato no las deposita, como sí hará sin problema María Jesús Montero.
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