El anuncio del nombramiento de María José García-Pelayo, alcaldesa de Jerez, como presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha cogido a algún analista de Madrid descolocado. No estaba en la terna. No se había filtrado su nombre. No hubo globos sondas previos para ver internamente cómo se recibía públicamente el nombre. Y, sin embargo, se ha impuesto. ¿Por qué?
Primero, hay que ver qué es la FEMP. Es la entidad que reúne a los municipios, o bien directamente, con plenos y organizaciones de congresos y debates, o a través de las federaciones autonómicas. La pregunta de por qué es importante tiene dos vertientes. Una, la mediática. Y para entender por qué es importante, basta preguntarse uno mismo por qué es conocido Abel Caballero, alcalde de Vigo, a nivel nacional. Las luces de Navidad se vienen a la mente. Y un espíritu campechano a lo Revilla ayuda también. Pero, al final, el presidente de la FEMP es una referencia para una intervención corta en una tertulia nacional, si se da el caso, o incluso acudir a un plató de Madrid. Es, en parte, una portavocía del partido que ostente.
La FEMP es un órgano más mediático que de contenido
En segundo lugar, la FEMP cuenta con un pequeño presupuesto, aportado por ayuntamientos. Pero no hablamos de grandes cifras. A veces, promociona ciertas políticas. Y recibe fondos del Gobierno. Pero no cambia la economía de una ciudad, ni de una región. Proyectos, por ejemplo, contra el racismo, o de concienciación medioambiental. Algún patrocinio, alguna presencia institucional. Pero no es una administración pública, sino que es un lugar donde se reúnen municipios. Y no todos. Sí la mayoría de ayuntamientos, diputaciones, consejos insulares... pero no todos. Porque no es obligatorio para un ayuntamiento estar presente.
La FEMP, entonces, es un órgano de consulta, que tiene utilidad, y que habitualmente han presidido algunos alcaldes con perfil nacional. Rita Barberá, Juan Ignacio Zoido, Pedro Castro, Paco Vázquez... De una manera o de otra, alcaldes y alcaldesas que han tenido cierta imagen nacional. Habitualmente, de comunidades de la periferia. Y siempre del partido que en las municipales haya obtenido más votos. Por eso ahora pasa de Abel Caballero, socialista, a García-Pelayo, del PP.
A Pelayo le tocará hablar de Agenda 2030, zonas de bajas emisiones, nuevas propuestas europeas en pos de la sostenibilidad... Y explicar la postura de Feijóo en muchos aspectos. O de quien lidere el PP en los próximos cuatro años.
¿Por qué María José García-Pelayo?
Pronto, en las filtraciones del PP sobre quién se haría cargo de la FEMP se filtró que sería una mujer. Filtraciones que no iban desencaminadas. Porque las alcaldesas populares de Valencia, Santander y Zaragoza formaban una terna de favoritas, y las tres estarán en el futuro organigrama. Es decir, los análisis no iban desencaminados. Solo que no contaban con Pelayo.
A favor de la alcaldesa de Jerez ha pesado que ganó por amplia mayoría. O lo que es lo mismo, que no necesitó a Vox para entrar en el gobierno local. Eso eliminaba de la quiniela a Zaragoza y Valencia. Ambas alcaldesas populares podrán enfrentarse a algún órdago durante sus mandatos, o incluso cesiones en cuestiones que el PP no quiere ni oler, en materias como igualdad. Pelayo va con las manos desatadas hasta 2027.
Otro elemento a favor de Pelayo es su amplio recorrido municipal, que ha combinado con presencia en el Senado, el Congreso y el Parlamento de Andalucía. Ha tenido cargos orgánicos en el PP. Y ha tenido la alcaldía tres veces. Ha sabido llegar al poder y salir de él para volver, salir de nuevo y entrar de nuevo. Si eso no es tener amplio recorrido municipal, qué lo es.
Por último, no hay que olvidar que Moreno Bonilla coloca una voz andaluza en la FEMP. No tan claro está en la FAMP. Porque en el mismo órgano andaluz el PSOE parte con la ventaja en concejales. En votos, ganó el PP, paradójicamente. Y el PP tiene todas las capitales de provincia y seis diputaciones. No está claro qué ocurrirá, ni correrán ríos de sangre por presidirla, pero si Moreno Bonilla se queda sin la FAMP, le queda la FEMP, que no es premio menor.
Ahora, Pelayo se enfrentará a una puntual presencia en los medios de comunicación a nivel nacional. En paralelo, Pelayo es senadora, y no hay que olvidar que de su lista de concejales también dejó escapar a Almudena Martínez para presidir la Diputación. Todo esto, y seguramente se haya valorado internamente, implica algo. Y es que habrá gestiones de proyectos diarios en Jerez que, necesariamente, se irán delegando en ciertos nombres del gobierno municipal. Los dos superdelegados -lo de súper, por número de competencias- son Agustín Muñoz y Jaime Espinar. Si ya Pelayo se apoyaba en ellos por ser senadora y haber perdido para su equipo a Martínez, ahora, puntualmente, deberá hacerlo más. No solo para gestionar, también para acudir a ruedas de prensa, presentaciones, encuentros con colectivos...
Este mismo sábado será elegida García-Pelayo presidenta de la FEMP en el Palacio de Congresos de IFEMA en Madrid. Para ese día no tenía agenda municipal. Pero sí el domingo. La patrona. Desde primera hora. Salvo que pierda el AVE.
Para terminar, un mensaje a los rotulistas de programas de televisión de Madrid: García-Pelayo va con guion. Y, por favor, nada de poner Jérez con tilde llana. Este viernes, a cuenta de su nombramiento, ya había algún medio que titulaba con ambos errores. Tendrá ocasión la alcaldesa de Jerez para ir a los medios en Madrid a explicarlo.