La vida truncada tras denunciar las facturas falsas de UGT-A: "Soy un paria, cobro 369 euros con 43 años"

Estoy citado a declarar como testigo el 6 de febrero. Espero ayudar a la investigación para que se aclaren las vías de financiación ilícitas del sindicato. Personalmente, estoy muy tranquilo. Me condenaron a un año de cárcel por revelar parte de la contabilidad de UGT, pero sigo con mi compromiso ético asumido de denunciar irregularidades.

Asumo mi responsabilidad en el caso de las filtraciones. Quizás los medios de comunicación no fueron el mejor método para revelar públicamente los hechos, pero en ese momento consideré que era la mejor forma de garantizar mi anonimato y privacidad. Entiendo que ellos, si han cometido ilícitos, deberán asumir su responsabilidad. En el sindicato se hicieron cosas mal, tan es así que se les investiga por más de 40 millones de euros. Deben asumir la responsabilidad como organización y como personas.

"Lo que he pasado te hace daño como trabajador y como persona"

Hace un mes solicitamos la suspensión de la pena y hemos recurrido en amparo al Tribunal Constitucional. Creo que por revelar públicamente esto no se comete ningún delito. Eran documentos bajo mi custodia, por lo que no quebranté ninguna medida de seguridad. Además, estaba haciendo uso del derecho de información. He pasado unos años muy complicados a nivel profesional. He sido trabajador administrativo de la organización y ahora, con los antecedentes que hay en la red sobre mi persona, ha sido muy difícil encontrar un empleo. Los alertadores y denunciantes de corrupcuión somos los nuevos apestados, los nuevos parias. Mi caso lo ejemplifica. Somos personas que acudirmos a los medios por miedo a denunciar hechos ilícitos, y nuestro futuro se ve truncado.

De una ayuda por desempleo de 369 euros al mes. Mi mujer asume la mayor parte de la casa. Con 43 años, es muy doloroso. El mercado laboral te cierra las puertas, eres una persona non grata. Quedas estigmatizado. Además, con estas campañas infames del sindicato contra mí dirigidas en algún momento, llamándome delincuente en portada de un periódico nacional: "Roberto Macías es un delincuente, no un informante". Esto que he pasado te hace daño como trabajador y como persona.

No, en absoluto. Asumo mi responsabilidad. A lo hecho, pecho. Era necesario y fundamental que esto se conociera, porque era la única forma de garantizar que el dinero público no acabara en fines distintos para los que eran concedidos. Por exigir una conducta ética, he pagado los platos rotos.

"Hoy, más que nunca, está justificado el sindicalismo. Pero no el de UGT"

Había unas hojas de cálculo que se llamaban 'saldo de proveedores', que posteriormente se convirtieron en los famosos 'botes'. Había reflejo de una realidad contable paralela. Se metían los saldos con proveedores, la facturación ficticia respecto al material realmente entregado. Eso eran los botes. Fue prácticamente de 2007, empecé a ver que existía ese mecanismo. Aparte de los cobros de comisión a los proveedores, los de confianza además tenían que pagar a la organización un porcentaje o por las compras o por el volumen de operaciones que se hacían.

Los USB los conectaban todos. Los trabajadores tenían la información de la contabilidad del sindicato. En medio de un ERE, bueno, todos empiezan de alguna forma a llevarse un poquito de información para utilizarla en caso de que fueran despedidos. Yo tenía una parte de la información y otros compañeros entiendo que también la tuvieron. Lo que pasa es que luego, cuando se ven afectados, acuden a un abogado que es el que inicialmente empieza a facilitar información a los medios. Yo eso lo considero una actitud inmoral por parte de la organización, que el 14 de noviembre de 2012 acude a una huelga contra la reforma laboral y días después, esa que era tan dañina y diabólica, es utilizada para despedir a 121 familias aplicando la reforma laboral. Luego, te das cuenta de los desmanes. Me parecía muy injusto. 

En absoluto lo fue. Soy un Quijote, un soñador que cree que hay otras formas de hacer las cosas. En el fondo, me ha movido el deseo de hacer justicia. He escuchado tonterías como que me he beneficiado, y al contrario, me ha supuesto muchos quebraderos de cabeza.

Ni los conozco, no sé quiénes son porque nunca he tenido contacto con ellos. Yo soy una persona de izquierdas, republicana. No tengo trato con todo lo que me huela a rancio.

Totalmente. Creo que hoy en día, más que nunca, se justifica la acción sindical, pero no de organizaciones como la UGT, que finalmente se ha visto implicada en numerosos casos de corrupción, desde las cooperativas de viviendas, el fraude de la formación... Creo que hace falta un sindicalismo más libre, más combativo, y creo que hay organizaciones en España que de verdad defienden a los compañeros y compañeras que luchan por mejorar sus condiciones de vida.

"Sabía que tratarían de usar las filtraciones para la nulidad en el juicio"

Yo venía advirtiendo esto desde mi propio juicio, que si me condenaban, se abría la posibilidad para UGT de alegar la teoría del árbol envenenado. Además, las revelaciones y filtraciones están amparadas en una directiva europea. Ahora la organización usa ese pretexto para beneficiarse. Sabía que iba a ser yo la cabeza de turco porque la condena les venía muy bien para intentar la nulidad de todas las actuaciones.

No, ni pienso ir, para no perder ni un minuto más de mi vida con este tema- Intento no seguirlo mucho para no contaminarme.

La Junta lo ha aprobado, hay noticias que así lo explican. Me parece una indecencia que le permitan devolver en cómodos plazos por 25 años esas cantidades. Me da la sensación de que el Gobierno de Juanma Moreno, con eso, quiere garantizarse la paz social.