Ciertos veteranos andalucistas y los andalucistas de nuevo cuño, la izquierda del PSOE y el propio PSOE-A, con un tuit del propio ex presidente de la Junta, Rafael Escuredo, se han cebado con Alejandro Rojas Marcos en las horas después de su encuentro de este pasado miércoles con el actual jefe del Ejecutivo andaluz, Juanma Moreno. A muchos les estalló la cabeza al ver la imagen de dos dirigentes, un ex y uno con poder, entre risas de complicidad pese al antagonismo ideológico que se les presupone.
Críticas y reproches virulentos que al histórico andalucista no solo no le han pillado por sorpresa, sino que “son un claro ejemplo de lo que hemos tenido que sufrir todo este tiempo (…) Soy el único diputado del Congreso al que le han abucheado simultáneamente la izquierda y la derecha a la vez porque dije que allí no hacían nada por Andalucía”.
Sin embargo, ha sostenido en Jerez, “hasta muerto, el PA hace milagros”, aludiendo al compromiso que arrancó este pasado miércoles al presidente Moreno de que declarará el 4 de diciembre como Día de la Bandera de Andalucía, el día en el que los andaluces desafiaron al crepuscular régimen franquista echándose a la calle para exigir el autogobierno. “Nosotros no pudimos, pero él manda muchísimo y sí puede”, ha enfatizado.
En una nueva presentación del primer volumen de Por un poder andaluz, la primera parte de la historia del Partido Andalucista que está poniendo en pie el historiador José Luis Villar, Rojas Marcos, que se ha deshecho en elogios —y ha sido recíproco— de Pedro Pacheco y de Sebastián Romero, que han cerrado la mesa de la presentación en los Claustros de Santo Domingo, ha recordado que fue UCD la que permitió que el PA tuviera grupo parlamentario en el Congreso con hasta siete diputados, pese a la negativa de Felipe González y Santiago Carrillo.
“Siempre nos han copiado con una mano y con la otra nos daban garrotazos”, ha mantenido, como ya dijera en el acto de presentación del libro que compartió con Moreno en la casa de la alegría de Coria del Río, que fuera domicilio de Blas Infante, padre de la Patria andaluza. “El presidente no sabía nada y yo no se lo había contado a nadie, pero al final del acto había militantes viejos llorando de alegría, y los peperos allí asombrados”, ha recordado el veterano dirigente sevillano, tras una petición, la del reconocimiento oficial al 4D, que “siempre defendimos y que al PSOE le entraba por una oreja y le salía por otra”.
“Si tenemos que dar ejemplo de algo es que somos los máximos defensores de lo que significa respetar la institución que significa el Gobierno andaluz”, ha añadido en su intervención, que ha dedicado en gran parte a justificar de algún modo tanto el encuentro con el presidente —también líder del PP andaluz, y que ha sido invitado como lo fue Revilla en Cantabria, o Bono e Iceta en Madrid y Barcelona— como por el hecho de “habérseme soltado la lengua para arrancarle que el 4D todos nos pongamos detrás de nuestra bandera”.
“Que no estamos de acuerdo con el PP no hace falta explicárselo a nadie, se trataba de que el presidente se acercara a lo que fue el PA y expresara sus respetos al acta de nuestra historia que recoge este libro; estará de acuerdo en el 10 o el 90 por ciento —por Moreno— y nos da igual, pero lo han votado los andaluces y ha venido a rendir homenaje a la historia del PA. Fue grandioso y hay que reconocérselo; no me imagino a otro presidente prestándose a un aplauso a la historia del PA, pero él lo hizo, tenga la ideología que tenga y tenga”.
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