A sus 74 años y con problemas de salud que le mantienen prácticamente retirado de la primera línea política, Juan Manuel Sánchez Gordillo, uno de los alcaldes más longevos de España, dice adiós a la Alcaldía de Marinaleda, en Sevilla, tras 44 años en el cargo y a un mes escasos de las próximas elecciones municipales del 28M.
El histórico dirigente jornalero, ex parlamentario andaluz en dos legislaturas por Izquierda Unida, anticipa su adiós, después de que incluso se especulara con la posibilidad de que pudiera volver a encabezar la lista en los próximos comicios locales. Sergio Gómez, actual teniente de alcalde y responsable de Urbanismo y Obras, será el nuevo número 1 de IU en Marinaleda tras el punto y final a la trayectoria en primera línea de Sánchez Gordillo, que concurrió en las últimas municipales bajo la marca Adelante Marinaleda.
Fuentes consultadas por lavozdelsur.es han confirmado que cuando salió el revuelo hace un mes de que Sánchez Gordillo no iba a repetir no estaba ni mucho menos cerrado que tuviera decidida esa opción, sino que fue más bien una invitación de la coordinación provincial de IU en Sevilla para invitarle a dejar el cargo.
"Él no quería y hasta este pasado fin de semana no ha habido fumata blanca", confirman las mismas fuentes, que aseguran en la noche de este pasado martes hubo asamblea local "y se concretó más o menos todo. Sólo queda saber si va a ir cerrando la lista o no, que parece que así será".
En 2019, los resultados en las municipales del veterano político fueron menos aplastantes que anteriores citas electorales. Obtuvo el 48,5% de apoyos (6 concejales), frente al 46% de sufragios que obtuvo Avanza (5 concejales).
En 2009, el New York Times desplegó un reportaje sobre la organización política, social y económica en Marinaleda, destacando que su alcalde, perteneciente al Colectivo Unificado de Trabajadores (CUT-BAI), había abanderado durante sus entonces más de 30 años de gobierno la lucha jornalera, la distribución de la propiedad y el reparto de los recursos. Sánchez Gordillo ha llegado a declarar en alguna entrevista que se sentía "comunista como Cristo, Ghandi y Marx".
Con 3.000 habitantes, el rotativo norteamericano titulaba la pieza, tras el crack del ladrillo y la crisis financiera derivada de las hipotecas basura en 2008, como Trabajo para todos y sin hipoteca en un municipio español. Señalaba que la gestión del alcalde, desde las primeras elecciones tras el franquismo, ha adoptado un modo que es "sinónimo de lucha contra la pobreza rural".
Esto no oculta que durante muchos años el caso Marinaleda haya también tenido multitud de sombras. El reportaje destacaba que las principales críticas a la gestión se fundamentan en la ausencia de libertades para criticar sus actos, así como en denuncias de la oposición por ser "el mayor propietario de tierras en Marinaleda", pese a que abanderó una lucha por los derechos de los jornaleros y contra la propiedad privada, con la ocupación de varias fincas en la Sierra Sur sevillana.