En esta nueva legislatura, el Gobierno de Juan Manuel Moreno suprimió la Consejería de Cultura, haciendo que colgase como una pata de la Consejería de Turismo. En política, los gestos son clave y este fue inequívoco: la cultura pasaba a ser subsidiaria de lo turístico, el gran negocio del siglo, la gran industria de la comunidad y medio mundo. Si la turistificación pasa por expulsar a los vecinos de toda la vida de los centros de la ciudades para poner alfombra roja al visitante, la turistificación cultural sería algo así como asfixiar al tejido cultural para primar a otros operadores que, en algunos casos, poco o nada tienen que ver con la creación artística y más con otros intereses.
El consejero de Turismo, Cultura y Deportes, Arturo Bernal, es un profesional especializado durante dos décadas en la gestión turística, pero el peso de lo que queda de la cultura descansa desde verano de 2022 en Salomón Castiel, ex director del espacio cultural La Térmica de la Diputación de Málaga o del Teatro Cervantes de la capital de la Costa del Sol, dos de los diferentes cargos públicos que ha ido ocupando en la institución provincial o en el ayuntamiento malacitano.
Todo el sector montó en cólera con el ninguneo a la antigua Consejería de Cultura, pero las consecuencias llegaron más tarde. El pasado año, decenas de organizaciones, plataformas y ayuntamientos denunciaron los recortes a la Red Andaluza de Teatros Públicos y al programa Abecedaria; se borró de un plumazo el circuito escénico en los yacimientos arqueológicos —Festival Anfitrión—; y las compañías artísticas lamentaron que los tajos a sus ayudas han llegado al 80% en este tiempo.
Instituciones culturales públicas como el Ballet Flamenco de Andalucía o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo también han estado, o están, en el alambre. El procedimiento, por ejemplo, de Jimena Blázquez (ex directora de Fundación Montenmedio Contemporánea) para su elección al frente del CAAC supuso el rechazo y dimisión de la mesa sectorial del Arte Contemporáneo.
Todo lo relativo al momento que atraviesa la cultura en Andalucía ha sobrevolado el Parlamento, pero poco más. La alerta roja que lanzó con la pandemia el sector cultural ha pasado a ser un coma inducido con un panorama muy negro.
Sin embargo, no todos los agentes culturales (o audiovisuales) viven mal en esta nueva época política en Andalucía. Llama la atención en este proceso de desmontaje de lo anterior y ensamblaje de lo nuevo que haya empresas que reciben adjudicaciones millonarias casi sin despeinarse.
De los grandes eventos a los grandes patrocinios
Al margen de grandes eventos como los Grammy Latinos o la gala de los Goya, ambos en Sevilla, que han costado millonadas al erario público, hay grandes beneficiados de esta nueva política que turistifica todo lo que sea cultura. En esta cadena de contrataciones directas desde la Junta es significativo el caso de un trío de sociedades que han venido siendo administradas por una misma persona, Fernando Alarcón Amores, y que tienen vínculos comunes.
Alarcón Amores ha figurado en el último año en los registros mercantiles como administrador único de Grupo Womack, pero también de otras empresas con importantes contratos culturales como Mediaevents Productions SL, así como de Phonyck Studios AIE. Entre todas, han llegado a obtener unos 1,4 millones en contratos directos por diferentes servicios con la Junta, principalmente por patrocinio de Turismo Andaluz.
Grupo Womack es sin duda uno de los grandes beneficiados en la integración de la Cultura y el Turismo, gracias al patrocinio que ha encontrado por la organización del South Series Festival de Cádiz (1 millón de euros más IVA de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y el Deporte de Andalucía). El festival organizado por Womack, que volverá a celebrarse en otoño próximo en Cádiz (donde el PP gobierna con mayoría absoluta), encontró antes de su primera edición un millón en patrocinio de la Junta.
Tampoco le va mal en esta nueva singladura para la Cultura andaluza a Mediaevents Productions, que logró por ejemplo la producción del último espectáculo del ciclo Lorca y Granada en los Jardines del Generalife, que después de más de 20 años en marcha acumula dos ediciones enfadando al sector flamenco.
El 6 de julio pasado, tras la bronca por el lío burocrático un año antes en la adjudicación a una empresa madrileña en detrimento de la propuesta del granadino Manuel Liñán, Mediaevents Productions SL se hacía con un contrato de 289.256,20 euros (más IVA). El administrador único de la empresa era también Fernando Alarcón Amores en el momento de la firma, aunque el Boletín Oficial del Registro Mercantil del pasado 17 de enero figura su cese/dimisión de este cargo y el relevo por José Carlos Conde, que en la red social Linkedin figura como presidente de Womack.
De hecho, estas empresas tienen todas domicilio fiscal en el mismo número de la avenida Montes Sierra de Sevilla. No así Phonyck Studios, una agrupación de interés económico domiciliada en Fray Diego De Niza, en Sevilla, pero de la que también figura como administrador único Fernando Alarcón Amores.
Lorca y Granada en los Jardines del Generalife, abonado a la polémica
Dicha AIE recibió 72.600 euros de un patrocinio, publicado en el BOJA en septiembre pasado, de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes por el espectáculo teatral musical Picasso y la danza, por Carlos Saura. Dicha contratación también se hizo mediante tramitación como negociado sin publicidad.
En dicho acuerdo se hablaba de "una gira por varias ciudades durante el segundo semestre de 2023", pero no consta que dicho espectáculo haya girado más allá del debut y despedida del verano pasado. Una presentación que coincide con el espectáculo que Mediaevents produjo para el ciclo Lorca y Granada en los Jardines del Generalife. Dicho montaje llevó por título Picasso y la danza, un encuentro con Lorca en Granada, y en su equipo de producción ejecutiva figuran tanto Alarcón Amores como Conde, aunque como parte de Mediaevents Productions.
En esa misma época, la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y el Deporte de Andalucía SA concedía un nuevo contrato de patrocinio durante 2 días del Antequera Light Fest 2023, vendido como "el mayor festival de luz del sur de Europa". 50.000 euros vía adjudicación directa (contratación vía negociado sin publicidad) a Womack Integrated Marketing.
En años anteriores, Womack también ingresó de la Agencia pública de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía un total de 105.000 euros (noviembre de 2022) y 121.057,9 euros (octubre de 2021) por la creatividad, diseño y producción de sendas campañas para la Consejería de Agricultura. Asimismo, en noviembre de 2020 percibió 325.000 euros de la RTVA por la adquisición de los derechos de antena de la serie documental It's flamenco. En abril de 2021, la RTVA también pagó 30.000 euros a Mediaevents Productions por la adquisición de derechos del documental Camarón de la Isla al mito.
Un festival para Paco de Lucía en Nueva York casi igual de caro que su museo en Algeciras
El último de los grandes patrocinios de Turismo Andaluz con eventos culturales en la comunidad ha recaído en la Fundación Paco de Lucía por la organización del Festival Paco de Lucía Legacy en Nueva York. Un total de 1,71 millones de euros por un festival de seis días que se celebra este febrero y que costará prácticamente lo mismo que el Centro de Interpretación dedicado al genial guitarrista en su Algeciras natal. Se presupuestó en 1,2 millones y finalmente los sobrecostes elevarán esta inversión a 1,9 millones.
Más atrás en el tiempo (abril del pasado 2023), un homenaje a Manolo Sanlúcar en el Villamarta de Jerez supuso un desembolso de la Agencia de Instituciones Culturales, mediante contrato negociado sin publicidad, de 117.430 euros a la empresa Flamenco Stand, con dirección social en Valencia, que se dedica a la gestión de salas de espectáculos y cuyo administrador único tiene una veintena de sociedades, sin nada que ver con la cultura y la mitad de ellas del sector de la construcción. Para hacerse una idea, lo que la Junta abona cada año al Festival de Jerez en concepto de patrocinio, un evento internacional que va camino de las 30 ediciones, no pasa de los 75.000 euros desde hace años.
El parlamentario del principal grupo de la oposición, el PSOE-A, responsable de asuntos culturales, Rafael Recio, ha venido denunciando todos estos contratos a empresas que nada tienen que ver con el ecosistema cultural andaluz. "¿Por qué Salomón Castiel no presenta su declaración de bienes; esta es la manera de favorecer e impulsar la industria cultural y creativa de Andalucía, negociando sin publicidad con empresas de Valencia o de espaldas a grandes especialistas de nuestra tierra?", reprochó Recio.
Lo que más irrita al sector, a colación de todo lo anterior, es recordar que iniciativas como Flamenco Festival USA, que organiza el cordobés Miguel Marín, lleva celebrándose durante más de dos décadas en diferentes plazas de Estados Unidos, como Nueva York, y a duras penas recibe impulso de la Administración andaluza.
Preguntada por lavozdelsur.es, la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes no ha querido hacer valoraciones sobre los contratos de patrocinio para eventos culturales, ni sobre los contratos de representación pública para abordar producciones culturales, que esquivan los concursos públicos y se centran en los procedimientos negociados sin publicidad, más específicamente sobre aquellos que atañen a empresas relacionadas entre sí mencionadas anteriormente.
"Los criterios de adjudicación, según el artículo 25 de la Ley de Contratos del Sector Público, pueden variar según el contexto específico, el espacio físico donde se vayan a desarrollar los espectáculos, el público al que nos queremos dirigir o la celebración de efemérides", llegó a responder en la Cámara autonómica el consejero Arturo Bernal.