Nuria Almagro, hasta la fecha concejala de Vox en el Ayuntamiento de Águilas (Murcia), ha presentado su dimisión de sus cargos en el partido de ultraderecha al entender que dicha formación "denigra a las mujeres" y "genera miedo y odio hacia el prójimo".
A través de una carta, Almagro ha renunciado a su acta. "Puedo afirmar que cualquier partido que en su seno interno se comporte de forma totalitaria y antidemocrática, no puede ofrecer apertura y diálogo a la sociedad; que un partido que emplee tácticas de amedrentamiento y coacción a quienes alzan la voz no puede traer justicia y seguridad".
La ya exconcejal de Vox añade: "Que un partido que no vea oponentes sino rivales, que juegue a generar miedo y odio hacia el prójimo por razón de su origen, ideología o creencias y cuyo único argumento frente a quienes no comparten sus ideas es el pueril victimismo y el insulto, no puede traer paz social ni respeto por la vida; que un partido que denigre a una mujer no puede erigirse en patriota, pues por su ignorancia supina no sabe que ser patriota no es disfrazarse con banderas y abalorios, porque la patria es femenina y la patria es madre".
Almagro también ha referido que en su día presentó denuncia, por "presuntas irregularidades y falta de ética", al presidente de Vox en Murcia ante el Comité de Garantías del partido. Una denuncia que hizo extensible a varios cargos de su comunidad autónoma y de Murcia. Algo que le costó la amenaza de un cargo de confianza de un diputado nacional que trató de disuadirla de su denuncia.
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