Este sábado 26 de noviembre están previstas varias manifestaciones en defensa de la sanidad pública en las principales ciudades andaluzas. La 'marea blanca' vuelve a las calles para protestar por el deterioro de uno de los servicios más esenciales: el Servicio Andaluz de Salud. En ella participaran sanitarios, sindicatos y partidos de la oposición. No se puede negar que, en parte, para estas movilizaciones hay cierto efecto contagio de la Comunidad de Madrid, donde hace unas semanas se produjo una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan.
En Madrid, la respuesta de Isabel Díaz Ayuso fue culpabilizar a los propios sanitarios de la situación de la atención primaria. Este hecho causó preocupación dentro del Gobierno andaluz que, en ningún caso, va a utilizar esta estrategia para huir de las críticas. Como viene haciendo hasta ahora, el equipo de Juanma Moreno intentará escapar de las acusaciones con estrategias diferentes a las que utiliza su compañera de partido Isabel Díaz Ayuso. No obstante, tanto el presidente como Salud son consciente de que es un tema delicado que es capaz de tumbar Gobiernos (fue algo muy relevante en el fin de los 37 años socialistas). En cualquier caso, es habitual escuchar a los miembros del Ejecutivo afirmar que se trata de un problema generalizado en todas las comunidades que se debe a la falta de médicos.
Los datos de la Junta
La estrategia del PP andaluz es diferente, entre otras cosas porque la historia de la comunidad es distinta. En Madrid, los populares llevan décadas gobernando por lo que culpar a la herencia recibida es imposible. En Andalucía no ocurre eso, por lo que es recurrente ver a miembros del Gobierno andaluz justificar el estado de la sanidad señalando que antes estaba peor. En la defensa de la gestión hay una cifra mágica que no es nueva: 30.000. Son el número de profesionales en los que se ha incrementado la plantilla del SAS desde que el PP llegó al poder, según defienden desde la Junta de Andalucía.
Esta cifra ya salió durante el pasado año, cuando 8.000 sanitarios contratados como refuerzo covid vieron que no se les renovaba el contrato. Esto, unido a la saturación de la atención primaria, provocó un amago de importantes movilizaciones. De hecho, hubo una manifestación cuya afluencia fue considerable, aunque no tuvo continuidad en el tiempo. Las fuentes gubernamentales afirman que ahora hay 125.000 trabajadores sanitarios mientras que cuando llegaron en 2019 tan sólo había 95.000. Además, Catalina García, actual consejera, señala que desde 2019 se han estabilizado a 67.000 trabajadores.
En el debate sobre los presupuesto, Carolina España, consejera de Hacienda, anunció que se llegaba a un presupuesto record con 13.800 millones de euros dedicados a Sanidad, el 7,4% del PIB. Además, España anunció que los presupuestos contemplaban la contratación de 574 nuevos trabajadores para la plantilla del SAS. Sin embargo, ni ella ni Juanma Moreno al día siguiente respondieron a las constantes peticiones de la oposición para que aclarasen el futuro de los 12.000 sanitaros contratados como refuerzo en la pandemia que en un mes también verán finalizados sus contratos. Sí que mencionaron los 30 nuevos centros sanitarios inaugurados durante la legislatura.
La cifra de la discordia
Precisamente, la propia España en una comisión parlamentaria habló de que el incremento de trabajadores en el SAS había sido de 7.000 personas durante la legislatura. En el debate de presupuestos esa cifra ya no existía y se volvía a los 30.000 que la Junta lleva defendiendo todo el año. Esta cuestión le supuso a España un 'tirón de orejas' por parte de Juan Espadas, líder de la oposición. De la misma forma, Inma Nieto puso algo de claridad en las cifras: el incremento de 7.000 es estructural, mientras que los 30.000 son contratos temporales. "Son las mismas batas pero sin el logo de las agencias sanitarias", le reprochaba la propia Nieto a Moreno. Una situación que no soluciona nada porque ya se han vivido varios episodios en la comunidad de jóvenes (y no tan jóvenes) sanitarios que han abandonado sus municipios para buscar suerte en otras regiones del país, donde los contratos son más estables. Desde la izquierda también se le reprocha a la Junta de Andalucía que el incremento presupuestario en la partida sanitaria sea menor al incremento del presupuesto total.
La Junta se ha encargado de difundir a través de la consejería de Salud diversas notas donde este incremento de personal sanitario se personaliza en cada una de las provincias de la comunidad. En este sentido, la Junta ha señalado que "se ha invertido 104 millones de euros en la sanidad de la provincia de Cádiz entre los años 2018 y 2022; además, hemos sumado en cuatro años a un total de 3.531 profesionales". A pesar de todo, Andalucía sigue siendo una de las comunidades con menos inversión sanitaria por habitante.
Aumento de conciertos
Una de las cuestiones que más preocupa a la sociedad civil es la privatización sanitaria ejemplificada en los conciertos hospitalarios. El presupuesto de 2023 contempla un incremento del 25% en las derivaciones de consultas y así lo alertó Por Andalucía desde la oposición. Comisiones Obreras también se ha sumado a esta advertencia. Según los datos que maneja esta organización sindical, "se trata de un incremento del 33% en cuatro presupuestos (7,22% en 2019, 2,80% en 2020, 2,60% en 2021 y 20,32% en 2023), lo que indica la vocación indiscutible de esta Administración de apostar por la sanidad privada".
Uno de los ayuntamientos que se ha posicionado a favor de estas movilizaciones y que, además, va a participar, es el Ayuntamiento de Cádiz. El consistorio gaditano ha mostrado una vez más su apoyo a las reivindicaciones planteadas por la Marea Blanca en defensa de la sanidad pública, por lo que ha llamado a la ciudadanía a participar en la manifestación convocada a las 12.00 horas de mañana en la plaza de San Juan de Dios.
El gobierno que dirige José María González ha señalado que la movilización se convoca debido a que el Gobierno andaluz "no soluciona el deterioro continuado de la sanidad pública", ya que, pese a disponer este año de recursos europeos extra en su presupuesto, "pretende seguir usando el dinero que hace falta para reponer plantillas y recursos de salud pública en derivaciones al sector privado".
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