Un hombre de cincuenta años, de la región de Piamonte, en Italia, ideó una estrategia para obtener su pasaporte covid sin ser vacunado. Con este fin, se hizo un brazo falso de silicona y se presentó en el centro de vacunación de su ciudad, Biella, totalmente convencido de que podría engañar a los sanitarios.
Cuando le llegó su turno tras hacer cola, el hombre firmó el consenso para la vacuna delante del médico. Luego se sentó en la silla y se descubrió el hombro y parte del brazo. Sin embargo, como era de esperar, su plan resultó un auténtico fracaso.
Aunque la textura del brazo estaba muy bien lograda, la enfermera que lo atendió enseguida sospechó y le pidió que se quitara la camisa para mostrarle el brazo completo. Una vez descubierto, el hombre no se dio por vencido: trató de convencer a la enfermera para que hiciera la vista gorda. Sin embargo, ésta no se dejó convencer y avisó a sus compañeros, que quedaron totalmente sorprendido.
El centro de vacunación denunció al hombre por fraude ante los carabineros y ante la fiscalía. Ahora, el piamontés antivacunas tendrá que responder ante la justicia.
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