El 25% de los pacientes pendientes de una cirugía en España y uno de cada dos pacientes que hace subir la lista de espera quirúrgica estatal residen en Andalucía. La comunidad lleva dos años con más de un millón de pacientes pendientes de una cirugía o de una primera consulta con el especialista hospitalario. "Y serían muchos más si el SAS hiciera público el número de personas que están esperando para hacerse una prueba diagnóstica”, asegura el responsable del gabinete de análisis y estudios de la FSS-CCOO Andalucía, Daniel Gutiérrez.
En un informe elaborado por el sindicato, recuerda que Andalucía tiene peores datos que la mayoría de las comunidades autónomas. Así, las cifras son casi un 30% superiores que las del conjunto de España y es, sobre todo, en la lista de espera quirúrgica donde los datos “son demoledores”.
“La persistencia en un modelo de gestión que infrautiliza los recursos públicos, realizando pocas intervenciones quirúrgicas y primeras consultas en relación con el número de pacientes que quedan pendientes y que no deja de incrementar el número de pacientes derivados a la sanidad privada se está demostrando que es un error y nos aboca a unas listas de espera desorbitadas y a un deterioro cada vez mayor de la sanidad pública”, añade el secretario general de la FSS-CCOO Andalucía, José-Pelayo Galindo.
El origen de las elevadas listas de espera en Andalucía y de su empeoramiento con respecto a las del resto de España no se encuentra ni en la pandemia ni en la falta de profesionales sanitarios, es en un problema generalizado, ya que la gestión de las mismas “deja mucho que desear”. Desde 2018 a 2021, que es el último año del que se tienen datos oficiales, Andalucía ha estado entre las comunidades autónomas que menos intervenciones quirúrgicas ha realizado en relación con los pacientes que quedaban en espera y, además, ha sido la comunidad con la tasa más baja de operaciones por habitante.
“No hay motivos para pensar que eso haya cambiado. Si se interviene poco y sólo somos capaces de realizar un número muy bajo de intervenciones por cada paciente que queda en espera, es inevitable que el incremento, al que ha aludido la Consejería de Salud, de un 15% de la indicación quirúrgica tras el parón de la pandemia, haya elevado de forma considerable las listas de espera quirúrgicas”, asevera Daniel Gutiérrez.
“No hay motivos para que Andalucía se haya comportado peor que el resto de las comunidades, ya que todas han sufrido las consecuencias de la pandemia, salvo que sigamos arrastrando un problema de mala gestión. Veníamos haciendo pocas primeras consultas y pocas cirugías por cada paciente que se quedaba en la lista de espera y en cuanto se redujo la actividad por la pandemia y se ha incrementado el número de indicaciones quirúrgicas y de derivaciones a consultas el sistema se ha desbordado. Y lo ha hecho más -y esto es lo significativo- que la mayoría de las comunidades autónomas”, señala José-Pelayo Galindo.
Esta organización sindical defiende “un verdadero plan de choque” dentro del SAS para controlar las listas de espera quirúrgicas y conseguir auténticas reducciones de las listas de espera de consultas externas. El recurso a la sanidad privada, pese a que se ha aumentado el gasto en esta partida y el número de pacientes derivados a centros sanitarios privados (un 113% más en cinco años), no sirve para solucionar el problema, “sólo para enriquecer a quienes viven del deterioro de la sanidad pública”. “Hace falta más actividad quirúrgica y más consultas externas en los hospitales públicos, más profesionales, más transparencia con los datos, más medios y reforzar la Atención Primaria”, subraya el dirigente sindical.
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