Cuatro de los cinco sindicatos que componen la mesa sectorial, es decir, el 80% de la representación de los trabajadores sanitarios del Servicio Andaluz de Salud, han comenzado en la mañana de este jueves un encierro que durará 24 horas y con el que pretenden mostrar el malestar existente en la plantilla por la situación de la sanidad pública andaluza.
Antes de dar comienzo el encierro, los participantes se han concentrado en la puerta del complejo hospitalario para pronunciar diferentes cánticos, entre ellos el de "consejera, dimisión". El grito, que tiene como destinataria a Rocío Hernández, también se ha cantado durante la legislatura contra Catalina García, la predecesora en el cargo. Tras esta pequeña concentración, los trabajadores han participado en una asamblea previa al encierro.

Las organizaciones denuncian "una falta de profesionales más que evidente tanto en Atención Primaria como Hospitalaria por los contratos precarios, personal temporal cuya continuidad está de forma permanente en el aire a días de finalizar sus contratos o la nula cobertura de bajas, circunstancia que está provocando una fuga de profesionales sin precedentes a otros servicios sanitarios".
En este sentido, los sindicatos han defendido que los ciudadanos "deben de saber que las políticas sanitarias, y el incumplimiento de los acuerdos y pactos que pretenden mejorar los servicios sanitarios y condiciones de trabajo, influyen muy negativamente en el Sistema Sanitario y en el servicio que presta".

Los sindicatos "llevan mucho tiempo exigiendo un cambio radical de esas políticas sanitarias que están dejando los centros sin profesionales, sin directrices claras y lo que es peor sin una gestión que permita revertir la situación caótica en la que se encuentran", han añadido.
En definitiva, han destacado "un deterioro de los servicios que no cesa y una deplorable gestión" por parte de la Consejería de Salud que sigue "sin cambiar un rumbo que lleva hacia el desastre de la Sanidad Pública y la privatización de la misma, con unos ciudadanos cada vez peor atendidos y más cabreados".