Conforme el Servicio Andaluz de Salud proporciona datos de los despidos que va a realizar el próximo 31 de octubre se comprueba mejor el "desmantelamiento que se va a producir, especialmente, en la atención hospitalaria", denuncian los sindicatos, que recuerdan además que los 12.000 empleos públicos que sí se renovarán solo consiguen una prórroga de medio año más.
Si hace unos meses dedicaba rotondas en las capitales a los "héroes de la pandemia", si hace unos meses la Junta de PP y Cs aseguraba que no podía reforzar la sanidad pública porque "no hay médicos, ni enfermeros que poder contratar", si hace apenas una semana el presidente Juan Manuel Moreno juraba y perjuraba que no iría nadie a la calle, finalmente serán 8.000 los profesionales sanitarios que pasen a engrosar a final de mes la lista del paro. Sin contemplaciones. Con la pandemia debilitada por la ciencia, tras el esfuerzo ímprobo de tantos profesionales, el Ejecutivo autonómico toma una decisión salomónica que le acarreará fuertes protestas a un año escaso de las elecciones autonómicas.
De los despidos, ha alertado la federación de Servicios Públicos de UGT-A, el 55% de los enfermeros, técnicos de cuidados en Enfermería, fisioterapeutas y enfermeros especialistas no será renovado. "La escabechina que hacen con Enfermería es tremenda", advierte el sindicato. Este personal representa el 40% de los despidos totales, 3.213 enfermeros que dejarán de prestar servicio y que "puede ocasionar gravísimos problemas asistenciales en todos los hospitales de Andalucía".
En el resto de categorías no irán mejor las cosas: el personal administrativo, técnicos especialistas, personal de oficio, cocineros, celadores... serán cesados el 65% de los profesionales que hay contratados actualmente. Los datos son más preocupantes si se toman las cifras totales de empleados de atención hospitalaria, que pueden ser unos 80.000. Según los cálculos de la central sindical, a partir del 1 de noviembre habrá un 10% menos de profesionales tras el despido de esos 8.000, ya que todos son de centros hospitalarios. "¿Alguien en su sano juicio puede pensar que ese desmantelamiento asistencial no va a tener consecuencias? El 21 de octubre nos manifestamos contra esta barbarie", han concluido el comunicado remitido a los medios.
En bloque, los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad CCOO, UGT, CSIF y Satse —donde también está el SMA— han rechazado este martes la oferta del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de renovación de contratos temporales realizados para hacer frente a la pandemia porque "dejará en la calle" a más de 8.000 sanitarios, un extremo que han calificado de "lamentable", toda vez que han pedido a la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía una rectificación "inmediata".
"Se trata de otro error histórico de la administración porque todos estos profesionales son los que han estado en primera línea luchando contra la covid-19 e incluso con su vida y, en lugar de renovarles, se les despide", censura el secretario general de la federación de sanidad de CCOO-A, José-Pelayo Galindo, que advierte que esto dará lugar a que se vayan a trabajar a otras comunidades autónomas y a la sanidad privada.
Por su parte, CSIF ha calificado de "lamentable" la decisión de la Consejería, al contrario de lo anunciado por el presidente de la Junta, durante la sesión de control del pasado 14 de octubre. El sindicato cree que la Administración "ha desperdiciado una oportunidad única e ideal para reforzar y actualizar una plantilla que ya estaba infradotada tras años de abandono, como volvió a ponerse en evidencia con la pandemia".
"En vez de estabilizar y consolidar las 20.000 plazas para que la plantilla experimente un aumento real y efectivo y la calidad del servicio a la ciudadanía mejore, el SAS apuesta por mermar ambas", ha denunciado la vicepresidenta del Sector de Sanidad de CSIF-A, Carmen Jiménez. "La sanidad andaluza ha sido castigada desde hace años y con la pandemia se le saltaron las costuras. No sobraba
nadie y aún faltaban puestos con los 20.000", ha añadido.