El Partido Popular teme que el estado de la sanidad andaluza pueda poner en riesgo una segunda legislatura en San Telmo con Moreno Bonilla al frente. Este martes, tras el Consejo de Gobierno celebrado en Almería, el presidente de la Junta ha vuelto a insistir en la inversión que ha hecho su Gobierno en la llamada “joya de la corona andaluza”.
Desde que el PP llegó a la Junta de Andalucía no ha parado de subir en las encuestas haciendo prácticamente impensable que el actual presidente no reeditara su mandato tras las elecciones de 2022. En el último barómetro del Centro de Estudios Andaluces hubo un cambio de tendencia. Por primera vez en mucho tiempo, los populares retrocedían y acusaban el desgaste y la oposición se rearmaba.
Uno de los motivos más claros del retroceso es la sanidad, un tema que ha cogido importancia en las preocupaciones de la ciudadanía en las últimas encuestas realizadas desde la consejería de Presidencia. Las publicaciones más recientes colocan a la sanidad andaluza como el segundo problema que afecta a los andaluces.
Por ello, desde el Gobierno, en las últimas comparecencias, se está insistiendo de forma recurrente en la inversión, tanto en lo referente al capital económico como al capital humano, que han realizado Partido Popular y Ciudadanos desde que sellaron el actual Ejecutivo de Andalucía.
En esta ocasión ha sido el presidente, Moreno Bonilla, el que ha dedicado unos minutos en su comparecencia desde Almería a hacer balance de la sanidad para presumir de gestión y “desmentir mantras falsos”. De hecho, el presidente de la Junta ha rescatado la herencia recibida para justificar las dificultades actuales afirmando que estaba “muy deteriorada” desde 2012 “por los recortes”. En 2012, eso sí, España era gobernada por el Partido Popular, responsable en gran parte de la financiación autonómica.
La Junta sostiene que, durante los gobiernos del PSOE, el Servicio Andaluz de Salud no era capaz “ni de absorber una ola de gripe”. Moreno ha querido recalcar que tanto el SAS como el Gobierno han hecho “un enorme esfuerzo” y que, según los datos oficiales, la plantilla ha pasado de 95.000 profesionales en 2019 a más de 125.000 actualmente. Por ello, el presidente ha solicitado “que no se hable más de recortes”. El líder del Ejecutivo también ha manifestado que en la comunidad mejor financiada, el País Vasco, tampoco están pudiendo hacer frente a este desbordamiento de la atención primaria.
Más llamativa ha sido la afirmación sobre los 20.000 contratos extraordinarios para hacer frente al covid. Moreno ha manifestado que Andalucía ha contratado al 91% de esos 20.000 sanitarios de refuerzos. Además, ha añadido que el 9% restante ha ido a la privada o a otras comunidades. Esta afirmación contrasta con las constantes solicitudes del Gobierno andaluz al Gobierno de España para establecer un fondo covid permanente y poder readmitir a los 8.000 sanitarios que acabaron su contrato en octubre.
Los sindicatos acusan al Gobierno de mentir
Los sindicatos niegan que estas cifras sean ciertas hasta el punto de que UGT acusa a Moreno de "mentir a los andaluces de forma descarada". Por su parte, CCOO afirma que las cifras "no cuadran". Ambos en declaraciones a Europa Press. En estas declaraciones el representante de UGT afirma que los únicos contratos realizados han sido "para sustituir las vacaciones y ni mucho menos han sido al 100%". Desde Comisiones Obreras manifiestan dudas sobre estas cifras ya que en enfermería "se fueron más 600 a Cataluña". Además, CCOO ejemplifica el descuadre con la denuncia de que haya instrucciones para que los enfermeros echen horas extraoridnarias en la atención primaria
El PSOE insiste en la necesidad de más recursos y propone un plan de 400 millones
El fin del contrato de estos 8.000 sanitarios de refuerzo supuso una explosión de críticas, tanto por parte de los propios sindicatos, como por parte de la oposición. Uno de los partidos más activos en esta cuestión ha sido el Partido Socialista. De hecho, la primera campaña realizada por la formación desde la llegada de Juan Espadas fue dirigida al refuerzo de la atención primaria.
El Gobierno vio durante la negociación de los presupuestos cómo el PSOE intentaba sacar tajada del problema que se había abierto en el Ejecutivo. Espadas dio un ultimátum para la contratación de los 8.000 sanitarios y el equipo de Moreno Bonilla lo rechazó.
Durante esta semana, Juan Espadas ha vuelto a insistir sobre el estado actual de la sanidad señalando “el mayor colapso que se recuerda” y mencionando los cierres de los centros de salud por las tardes, otra de las cuestiones que han hecho daño al Gobierno andaluz. El líder del PSOE ha propuesto una transferencia de 400 millones para incrementar las plantillas de la atención primaria. Para el ya exalcalde de Sevilla “se han constatado las consecuencias del despido de 8.000 sanitarios”.
Su predecesora y compañera de partido, Susana Díaz, ha expresado en la tarde del martes su opinión sobre la situación de la atención primaria. Díaz en los últimos meses de su gobierno vio de primera mano la fuerza de las Mareas Blancas. En entrevistas posteriores a las elecciones de 2018 reconoció, aunque de manera tibia, haberse equivocado.
En el programa de Cuatro ‘Todo es Mentira’ la expresidenta ha criticado la forma de enfrentarse a la situación por parte de los gobiernos autonómicos del Partido Popular. “Nunca sentí que me estuvieran atacando y tenía impotencia de no poder dar más medios” o “sé que los sanitarios no necesitan aplausos y reconocimientos sino mayores medios” han sido algunas de las frases que ha expresado la expresidenta.
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