El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha vuelto a descartar este miércoles una desescalada rápida y ha preguntado para qué sirve correr "si nos va a frenar en seco la pandemia".
Así lo ha indicado el presidente de la Junta en declaraciones a los periodistas tras una visita a las obras de mejora del Hospital de San Juan de la Cruz en Úbeda, en una jornada en la que Andalucía ha sumado 1.788 casos de coronavirus y 77 fallecidos. Moreno ha indicado que "todos queremos desescalar y recuperar espacios", pero ha asegurado que "desgraciadamente no se dan las circunstancias todavía" para hacer una desescalada rápida, como "algunos sectores económicos legítimamente piden".
"Tenemos que ser muy prudentes, seguimos teniendo la variante británica, que cada vez está más presente en Andalucía y que está sustituyendo a la de Wuhan de manera mucho más rápida y sorprendente de lo que parecía que íbamos a tener", ha subrayado. Ha recordado que en España circulan dos variantes, "una de ellas confirmada, la Sudafricana", mientras que en Portugal está presente la brasileña. Según el presidente, estas variantes son "complejas" y, además, "no tenemos toda la información sobre cómo son y cómo se van a comportar".
Las nuevas variantes "contagian mucho más"
Moreno ha advertido de que estas variantes "contagian mucho más" y, por lo tanto, "son mucho más peligrosas". Por ello, ha pedido "seguir con prudencia" aunque "todos estamos cansados del Covid y de luchar".
Ha reclamado paciencia, responsabilidad y "pensar con cabeza" porque "de nada sirve correr para que después nos paren en freno otra vez la pandemia". El presidente ha optado por "seguir vacunando y normalizando" con el fin de no colapsar la sanidad, no extenuar más a los profesionales y "sobre todo para no perder ni una vida más de las necesarias en esta triste pandemia".
Moreno ha insistido en que "tenemos que ir con luces largas" y ha abogado por ir "pasito a pasito" intentando que las vacunas lleguen al máximo posible de personas. "Vamos a intentar salir de esta tercera ola, aunque hayamos superado el pico y estemos todos muy contentos porque estamos ya en descenso, es evidente que todavía estamos con mucha presión hospitalaria", ha matizado.
Ha asegurado que "no estamos en circunstancias como para poder normalizar toda la actividad y movilidad social como todos quisiéramos hacer" y ha defendido una actuación "en función de las circunstancias". No obstante, el presidente espera "ver si a lo largo de este mes de febrero se van desalojando los hospitales y se puede hacer alguna cosa", pero ha remarcado que siempre será "con limitaciones".
"Las limitaciones van a estar presentes hasta que no esté vacunado el 70% de la población", ha asegurado Moreno, a la vez que ha reconocido que esto le genera "críticas y la desesperación de una parte de la población". "No puedo hacer otra cosa, esas limitaciones van a seguir presentes, iremos abriendo y cerrando el grifo un poquito, pero nos queda todavía un trecho importante", ha detallado.
Cuando las hospitalizaciones, los contagios y los ingresos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) desciendan y "tengamos un respiro todos", entonces "podremos plantearnos muchas cosas", ha indicado Moreno. Ha reconocido que "ya no le pone metas, ni primavera ni verano" porque el virus "nos ha enseñado que da giros inesperados" y que "nos sorprende cuando menos lo esperamos con subidas explosivas".
Por último, Moreno ha afirmado que no quiere "alentar falsas expectativas" porque "tendremos que acostumbrarnos convivir" con el virus, aunque ha subrayado que "hay luz al final del túnel". "Estoy convencido de que si a partir de abril tenemos alrededor de cuatro millones de vacunas, que nos corresponderían, podemos en junio llegar al 70%", ha detallado, para concluir con una petición de "responsabilidad, pero también de ilusión por el futuro y esperanza".
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