Las legislaturas de Juanma Moreno como presidente de la Junta están siendo plácidas. Al menos en lo político. Desde la oposición todavía no dan la tecla para desgastar la imagen de un Gobierno que ha conseguid construir y transmitir más allá de los hechos una imagen de trasversalidad y moderación. Así lo reflejaron los resultados electorales del pasado 19 de junio cuando el Partido Popular logró una mayoría histórica.
Esta semana, el Partido Socialista ha intentado crear una herida con la corrupción como tema. La situación de Marbella ha sido una de las cuestiones que la oposición más ha intentado trasladar al seno del Gobierno andaluz. Sin embargo, Moreno ha salido ileso sin pronunciarse a lo largo de la semana. Pero la oposición ha vuelto al tema que más daño le hizo a Moreno y su Gobierno durante la pasada legislatura.
En los últimos meses del anterior mandato y a raíz de la no renovación de 8.000 sanitarios contratados como refuerzo covid, comenzaron a producirse ciertos movimientos en la sanidad pública y en la misma oposición. Aquello no llegó a lo sucedido durante los años de Susana Díaz, donde la gestión sanitaria fue uno de los principales motivos para el cambio de Gobierno, sin embargo, fue una pista sobre los puntos débiles del Ejecutivo.
La situación se 'calentó' cuando llegó el momento de decidir sobre los 12.000 contratos restantes que eran temporales por la contratación para la pandemia. Aunque el Gobierno esitró la decisión hasta el límite, finalmente torció su brazo y amplió esos contratos hasta final de este 2022. Las movilizaciones no terminaron de sofocarse porque a la situación contractual de estos miles de sanitario se le sumó un colapso inédito en la atención primaria con motivo de una de las variantes del virus. Una situación que el PSOE atacó sin dudarlo. Mientras tanto, el Gobierno de Moreno se defendía con cifras de inauguraciones de centros públicos, de contrataciones y de inversión.
Tras un periodo de pausa, con los 100 días de rigor para el nuevo Gobierno, la oposición andaluza ha vuelto a la gestión sanitaria para intentar erosionar la imagen de Moreno y su equipo. Todo ello coincidiendo con dos situaciones relevantes: la presentación del presupuesto para 2023 y el malestar del sector sanitario en Madrid, donde ya hay movilizaciones convocadas y con previsión de ser masivas. El presidente de la Junta de Andalucía no ha escondido que el modelo de gestión de Madrid es una referencia para su Gobierno.
La semana no ha sido cómoda con esta cuestión para los populares a pesar de que desde la Junta insisten en que es la inversión más grande de la historia en sanidad con 13.800 millones de euros en el presupuesto de 2023. Desde Por Andalucía se hizo público que la previsión de derivaciones a hospitales privados crecen considerablemente el próximo año. A esto se le suma que la propia consejería de Salud ha mostrado sus dudas sobre la renovación de los 12.000 sanitarios. La semana ha concluido con dos cuestiones específicas de infraestructuras sanitarias: un centro de salud inaugurado sin electricidad y unos quirófanos en el Hospital Militar de Sevilla inaugurados en abril, antes de las elecciones, pero que seis meses después no funcionan.
La polémica de los conciertos
Inmaculada Nieto, de Por Andalucía, comenzó la semana denunciando un incremento en derivaciones hacia la sanidad privada. Eran datos contemplados en el presupuesto como algunos días más tarde explicaría la propia Nieto. Se vio obligada a hacerlo tras un desmentido de Salud, donde hablaba de dinero destinado y evolución histórica. No obstante, las cuentas del presupuesto están claras.
En concreto, el proyecto presentado por el Ejecutivo establece un incremento de 50.000 pacientes atendidos en hospitales privados con respecto a este último año pasando de los 195.745 previstos en 2022 a los 245.000 establecidos en 2023. El número de operaciones en hospitales concertados va a pasar las 82.214 de 2022 hasta las 127.782. En los estudios diagnósticos, la cifra se eleva desde los 202.217 del presente ejercicio a los 486.001 del 2023; las sesiones de rehabilitación en hospitales concertados suben de las 142.013 a las 218.700, mientras que las sesiones de hemodiálisis desde las 456.204 hasta las 722.410.
Nieto aprovechó la coyuntura para realizar la comparación señalando que Moreno ha llegado a decir que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el Gobierno de la Comunidad de Madrid eran sus "referentes", y ha advertido de que "esto, aplicado a la sanidad, parece que nos puede indicar por dónde puede ir la calidad de la asistencia sanitaria y la situación del SAS en próximas fechas".
Al respecto, la dirigente de IU ha aludido a "la que hay liada en Madrid" con "el caos" de su atención sanitaria, y a la convocatoria de huelga prevista "por el absoluto hartazgo de un personal sanitario por políticas que el PP hace allí donde gobierna, y que aquí" en Andalucía "ya estábamos padeciendo la legislatura pasada, con un personal sanitario sobrecargado injustamente de trabajo aun disponiendo la Junta de fondos para reforzar el sistema público de salud", según ha abundado.
Los 12.000 sanitarios en el aire
Otro de los temas sensibles es la más que mencionada renovación de los 12.000 sanitarios contratados por el covid. Sus contraros ya expiraron en marzo, aunque la presión y la tensión asistencial de los meses anteriores obligaron al Gobierno a ampliar los contratos. La consejera de Salud, Catalina García, señaló desde el Parlamento que "siguen trabajando" en la incorporación de estos sanitarios a la plantilla, pero no lo confirma.
A las preguntas de CCOO en la Mesa de Negociación de Sanidad de 17 de octubre, el SAS respondió que "están negociando" con Hacienda su continuidad. "Una ambigüedad calculada", para esta organización sindical, que también se ha producido en el Parlamento de Andalucía, donde, en la Comisión de Sanidad, la consejera de Salud ha señalado que “estamos trabajando para que la mayor parte de estos profesionales permanezcan dentro del sistema”. Pero, para la FSS-CCOO Andalucía, la declaración de la consejera de Salud quiere decir "que no hay garantías y que no todos van a seguir".
Centro de salud sin electricidad y quirófanos inaugurados sin funcionar
A todo ello se le han sumado situaciones extrañas en infraestructurasa sanitarias. La primera de ella tuvo lugar en Huelva, más concretamente en el pueblo de Galaroza. El diario El País publicó que este centro de salud se inauguró hace unos días, pero lo hizo sin suministro eléctrico. Según este medio, la falta de un contrato obligó a poner un generador que no tenía potencia suficiente y estancias como el ascensor se quedaron sin funcionamiento. Esto ocurrió al día siguiente de que la propia consejera descubriera la placa. En el Parlamento de Andalucía, Juanma Moreno lo negó y habló de una sola hora sin electricidad.
El tema de las infraestructuras no queda ahí. El líder de la oposición, Juan Espadas, reprochó durante la sesión de control que los quirófanos del Hospital Militar de Sevilla estuvieran cerrados a pesar de que fue el propio Juanma Moreno quien los inauguró el pasado abril. Salud también señala problemas de electricidad, aunque desde los sindicatos afirman que hay problemas más profundos. El líder socialista recriminó a Moreno que "al día siguiente de descorrer la placa" de inauguración de ese equipamiento de quirófanos "se cerró" el mismo "porque necesitaba unas obras que aún no han terminado ni se han recepcionado".