Un proyecto de la Universidad de Granada, desarrollado por el laboratorio MEMOLab, y que cuenta con la financiación de la Fundación Agua Granada, la empresa EMASAGRA y la Cátedra Hidralia, pondrá de nuevo en funcionamiento de las acequias de Sierra Nevada.
El canal comienza a una altitud de 1.800 metros (5.900 pies) y, alimentado por la nieve derretida, durante siglos abasteció de agua al pueblo de Cáñar y más allá hasta que cayó en desuso en la década de 1980 debido a la despoblación gradual de la zona.
Los sistemas históricos de regadío son la mayor parte de época medieval y son una parte esencial de nuestros paisajes culturales, que reúnen una serie de singularidades y valores que los hacen en muchos casos excepcionales. Los regadíos han generado agroecosistemas no solo de un alto valor patrimonial (material e inmaterial), sino también ambiental. A lo largo de centenares de años han demostrado ser sistemas enormemente resilientes desde el punto de vista ambiental y social y han sobrevivido hasta la actualidad manteniendo tanto a las poblaciones rurales como a las urbanas.
Su construcción supuso la transformación del medio natural, generando auténticos oasis donde no solo se implantaron nuevas variedades y formas de cultivo que incrementaron la agrodiversidad, sino también de flora y fauna ligada a la presencia de humedad, generando así una mayor biodiversidad. Las acequias tradicionales mantienen comunidades de plantas y animales pero, además, el regadío cumple otras funciones como la recarga artificial de acuíferos, el mantenimiento de la fertilidad de los suelos, la desalinización, regulación de cuencas, etc.
Sin embargo, el marco económico actual parece condenarlos a desaparecer bien por abandono o bien sustituidos por modernas redes de tuberías y riego a presión que cambian de manera radical nuestros paisajes y, de paso, hacen desaparecer todos esos servicios y valores sin que tengamos en cuenta sus consecuencias de cara al futuro.
El objetivo de esta actividad es recuperar y preservar las acequias históricas y tradicionales mediante técnicas tradicionales junto con las Comunidades de Regantes y con la ayuda de voluntarios. Apoyando la labor que realizan los regantes y preservando los valores y servicios que van asociados a las acequias.
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