Ni 24 horas ha tardado el CEO de Acerinox Europa, Fernando Gutiérrez, en responder al comité de huelga sobre la propuesta de volver a negociar la propuesta de convenio sobre la base de cinco turnos de trabajo en la planta de Palmones, en Los Barrios. En un escueto comunicado, la dirección de la acerera es inflexible: no habrá renegociación y sí "ajuste de empleo" y cinco turnos de trabajo.
"Como se les comunicó en el día de ayer —el pasado lunes—, Acerinox admite, como no podía ser de otra forma, el resultado de la votación celebrada por la plantilla por la que se rechazó la propuesta de mediación del CARL. La decisión estratégica de la compañía para el centro de trabajo de Palmones debe pasar por la readaptación de su actual modelo organizativo de producción, a un modelo de tres turnos, con el ajuste de empleo necesario para su implementación", asegura Gutiérrez en un documento, al que ha accedido lavozdelsur.es, que deja claro que el plan para iniciar un ERE para entre 450 y 575 trabajadores —más 200 de empresas auxiliares— en el Campo de Gibraltar sigue adelante.
Al hilo de lo anterior, prosigue: "Esta es una decisión pública ya comunicada a la CNMV y fruto de un análisis detenido que, como comprenderán, no puede ser alterada sin ninguna razón objetiva que justifique volver a negociar sobre propuestas que han sido rechazadas por el Comité de Empresa, el Comité de Huelga y la asamblea de trabajadores a lo largo de todo el proceso de negociación del Convenio Colectivo".
En última instancia, el CEO de Acerinox Europa zanja: "A fecha de hoy, por desgracia, no encontramos ninguna razón objetiva suficiente para que se modifiquen las decisiones estratégicas adoptadas por los órganos de gobierno y que les fueron comunicadas en fecha de ayer".
Tras cuatro meses de huelga y movilizaciones masivas, el conflicto laboral entra en una nueva fase en el pulso que mantiene multinacional y trabajadores. Este pasado martes en Sevilla, la Junta de Andalucía dejó claro que su mediación en el mismo parece haber concluido, después de que ningún miembro del partido que sustenta al gobierno autonómico, el PP, acudiera a escuchar las reivindicaciones de la plantilla en la Cámara andaluza.