Un paseo por el centro de Sevilla este lunes era diferente. Ni en la calle Rioja, ni en Tetuán, ni en Sierpes había migrantes en sus puestos ambulantes. Un día después de la trágica muerte en el Guadalquivir de Mamouth Bakhoum, un senegalés de 44 años que llevaba una década en España, sus amigos y compañeros siguen conmocionados y con la sensación de que no se hará justicia.
Lo ocurrido provocó que la noche fuera tensa en la comisaría de la Policía Local de Sevilla, ya que sus amigos y compañeros acudieron a solicitar información después de que se publicara que el fallecido estaba huyendo de varios agentes. En dependencias policiales se vivieron momentos de tensión. Finalmente, la madrugada se saldó con un detenido, P.G., otro migrante senegalés que continúa en las dependencias judiciales, aunque ha podido recibir visita esta misma mañana, según ha podido saber lavozdelsur.es.
Frente al Juzgado, con los ojos llorosos, ha estado durante varias horas Lamine, también de Senegal. Llegó hace ocho años a España. Aunque le cuesta hablar por la dureza del día, cuenta que Mamouth Bakhoum era su mejor amigo, prácticamente un hermano en Sevilla. "Me encuentro deprimido", llega a decir a lavozdelsur.es. Anoche llegó a su casa de trabajar como un día cualquiera. Estaba dispuesto a descansar, pero recibió la llamada que le dio la noticia y quedó "traumatizado".
Lamine confirma que todos sus compañeros han decidido no ponerse hoy en la calle. "Los senegaleses tenemos una unión más grande que cualquier país de Europa. Era mi mejor amigo en Sevilla. Es un día complicado porque lo han matado y no podemos hacer nada", afirma antes de definir a Mamouth Bakhoum como un "trabajador y un luchador por su familia". El fallecido tenía mujer y tres hijos. A ninguno le han comunicado la noticia todavía. "No sabemos cómo contarlo porque es muy doloroso", explica.
Este senegalés no cree la versión oficial. "Él vive cerca de la playa en Dakar. Lo del río es mentira", asegura a la vez que reivindica que "miren las cámaras que hay" en el lugar de los hechos. De momento, el entorno del fallecido no ha podido hablar con ningún testigo.
Junto a Lamine se encuentra Hassan, nacido en Guinea Conakry y representante de la asociación Sevilla Negra desde que llegó a la ciudad hace seis años. El próximo jueves por la tarde hay prevista una manifestación. "Sabemos que son fechas complicadas, pero queremos organizar una protesta para leer un manifiesto, expresarnos y mostrar nuestro dolor", explica. "Lo más duro es que no tenemos información de cómo ha sucedido", añade.
Dos agentes de Policía Local #PolicíaSevilla se lanzan a la dársena del Guadalquivir para tratar de rescatar a un joven que se acababa de arrojar al agua.
— Emergencias Sevilla (@EmergenciasSev) December 29, 2024
- Una persona de 43 años ha fallecido a pesar de realizarle maniobras RCP durante 45 minutos una vez rescatado. DEP
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El comunicado ofrecido por la Policía Local y el Ayuntamiento ha provocado una gran indignación. En él se resaltaba la actuación policial. "Lo hemos leído todos. Es un hombre con 44 años, mujer, hijos... lleva diez años en España buscándose la vida. No se va a lanzar al río por lanzarse", defiende.
"Los senegaleses prácticamente viven en el mar y saben lo que es. Este hombre sabe nadar. El Guadalquivir para nosotros es un vaso de agua, venimos en patera", insiste Hassan. Este representante de Sevilla Negra comenta que el compañero fallecido seguramente "tendría miedo por el trato que reciben las personas que se están buscando la vida".
"Pedimos que se haga justicia y reparen el dolor", agrega Hassan, quien denuncia que por ser negros "somos víctimas todo el día". Este guineano, además, critica que en las últimas horas los altercados de por la noche hayan tenido excesiva relevancia. "Nos han dicho que están enfadados porque han tirado piedras. Por favor, ¿la Policía está enfadada después de que haya muerto un hermano nuestro? Necesitamos una manifestación muy grande para expresar nuestro dolor", dice a las puertas del Juzgado.
Cuando habla Hassan, Lamine se aparta y se apoya en un poste. Ahí expresa toda su indignación. "España es un país racista. La Policía sólo me ha pegado aquí, he comprobado que es un país racista. Si en África matan a un blanco, todos los países hablarían. Aquí nadie habla del tema, sólo defienden a los policías", agrega. Este senegalés muestra su dolor y también su rechazo al trato que reciben él y sus compañeros. "En Valencia los senegaleses estuvimos apoyando y fuimos los primeros en ir a ayudar. Ahora aquí han matado a un senegalés".
La Policía defiende su actuación
Mientras Hassan y Lamine esperaban a la puerta del Juzgado, en la comisaría de la Policía Local daba explicaciones Antonio Luis Moreno, jefe del cuerpo. El discurso de los agentes nada tiene que ver con lo que denuncian los compañeros de Mamouth Bakhoum. Moreno ha defendido que la conducta del hombre fallecido fue "inesperada, sorpresiva e incongruente" y ha puesto en valor la actuación de los agentes que participaron en la operación.
Según ha narrado, los agentes realizaban un dispositivo "rutinario" contra la venta ambulante ilegal en el entorno de la avenida de la Constitución, detectando la actividad de esta persona. En ese sentido, ha manifestado que en la inmensa mayoría de estas situaciones, la Policía Local "no detiene a nadie", porque los vendedores ambulantes irregulares "sueltan el hatillo" en el que llevan y muestran sus productos y se marchan sin la mercancía, que resulta intervenida por los agentes. "Son las reglas del juego", ha dicho.
La Policía Local asegura que en esta ocasión la escena les pilló por sorpresa. Moreno señala que Mamouth Bakhoum no soltó la mercancía y salió corriendo hacia el muelle de Nueva York, junto al río. "Tomó esa decisión, no sabemos por qué", ha explicado encogiéndose de hombros.
Así, el jefe de la Policía Local ha lamentado esta muerte, defendiendo la actuación de sus agentes y detallando que después, una delegación de responsables policiales y municipales celebraron una reunión con miembros de la comunidad senegalesa en Sevilla, para ponerse "a su disposición". "Fue una conversación moderada y calmada", ha asegurado.
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