El Consejo de Gobierno de Andalucía ha aprobado este miércoles un nuevo Reglamento Taurino con el objetivo de modernizar y adaptar la normativa vigente a las nuevas realidades sociales, de seguridad y de acceso a actividades de servicio. La normativa también busca simplificar el proceso de autorización para la celebración de espectáculos taurinos, eliminando trámites burocráticos innecesarios.
El nuevo reglamento responde a la necesidad de actualizar la regulación de la fiesta de los toros, un sector que ha experimentado una evolución significativa. Se busca reflejar mejor "las particularidades de la sociedad andaluza, sus costumbres y la diversidad de los espectáculos taurinos", según la Junta. Además, la normativa aborda cuestiones relacionadas con la seguridad pública y el orden social.
El proceso de creación de este reglamento ha sido extenso. El texto ha sido aprobado por el Consejo de Asuntos Taurinos de Andalucía (CATA) y sometido a consulta pública, permitiendo la participación de la ciudadanía y de las entidades relacionadas con el sector taurino. Así lo ha manifestado el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno.
Desde una perspectiva administrativa y organizativa, el reglamento busca proporcionar un marco legal que garantice la protección de la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial, responsabilidad de las administraciones públicas. Este enfoque subraya la importancia de preservar y promover los valores éticos y estéticos de la tauromaquia, así como sus beneficios económicos y medioambientales.
Entre las principales novedades del reglamento se encuentra la inclusión de los tentaderos públicos como una nueva categoría de espectáculo taurino. Asimismo, se amplía la clasificación de espectáculos para incluir los recortadores y los forçados, actividades que también se regulan. El reglamento precisa las características de las instalaciones de las plazas de toros y establece una mayor atención a los requisitos sanitarios y de seguridad.
Otro de los avances es la regulación más rigurosa de los servicios médicos, con la definición de unos requisitos mínimos exigibles para la cobertura sanitaria de los eventos. Además, se crea un Registro de Presidentes de Plazas de Toros de Andalucía, un paso hacia una mayor organización y control en la gestión de los espectáculos taurinos.
En cuanto a los derechos de los espectadores, el reglamento establece de manera más clara las condiciones bajo las cuales se podrán solicitar devoluciones de entradas en caso de suspensión o modificación de los espectáculos. También se amplían las condiciones de las novilladas con picadores en plazas de tercera y portátiles, aumentando el peso máximo de las reses.
El texto regula, asimismo, el número de sobreros que deben estar disponibles cuando se lidian más de seis toros o novillos, y se establece una previsión para los espectáculos mixtos en los que participen tres o menos reses. En cuanto a la celebración de espectáculos en plazas de toros portátiles, se facilita la tramitación de los permisos mediante la simplificación de los reconocimientos previos.
Otras medidas
El reglamento también hace ajustes en la normativa relacionada con el diámetro de las plazas de toros. En el caso de las plazas con una tradición histórica consolidada pero que no alcanzan la medida mínima establecida para el diámetro del ruedo, se permitirá la celebración de espectáculos siempre que el ayuntamiento correspondiente certifique la viabilidad de las instalaciones.
Otra de las medidas adoptadas es la posibilidad de que, por unanimidad de los espadas o sus representantes, se pueda exceptuar la obligación de sortear en situaciones expresamente definidas. Además, se clarifica la composición de las cuadrillas y la intervención de los matadores en la suerte de varas, con el fin de evitar posibles discrepancias y asegurar una mayor seguridad jurídica.
Este nuevo reglamento representa un esfuerzo por adaptar la legislación taurina a las realidades contemporáneas, a la vez que preserva los aspectos culturales, éticos y económicos de la tauromaquia en Andalucía. Con estas modificaciones, se pretende garantizar la celebración de espectáculos de calidad, con seguridad y respetando los derechos de todos los involucrados.