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El 2 de diciembre del año pasado, Jerez se convertía en el centro mediático de los programas del corazón tras la espantada, media hora antes de que se celebrase la boda, del torero sevillano Juan Ortega, que iba a casarse en la iglesia de Santiago con la cardióloga jerezana Carmen Otte.
Una no boda que dejó numerosos titulares y posteriores rumores sobre los motivos por los que el matador de toros había decidido no pasar por el altar con su novia desde hace años.
Ortega llegó a confesar que no fue un calentón y que él era el responsable de todo, descartando terceras personas. A un miembro de su cuadrilla, horas antes de la boda, le declaró que no veía claro contraer matrimonio.
La espantada, además de provocar que cientos de invitados se quedaran compuestos y sin boda, también dejó asuntos económicos por resolver. El torero asumió el pago del no convite y de los gastos derivados de la boda no celebrada.
Un año después de aquel momento que supuso también una fracción entre las familias, tanto Juan como Carmen han pasado página y no tienen relación entre ambos.
Del torero se sabe que, varios meses después de lo sucedido, comenzó una relación amistosa con Isabel Lozano, que ha acabado en noviazgo. Ella es una publicista sevillana, hija del torero Fernando Lozano y nieta del ganadero Pablo Lozano.
Sobre Carmen Otte no ha trascendido mucho sobre su vida amorosa y sigue ejerciendo su profesión en un Hospital de Sevilla.