A mediodía el Trambahía llegaba a la estación de Pelagatos en Chiclana cargado de políticos y periodistas. Cuando el ferrocarril paró lentamente en la vía, los ojos de más de 100 trabajadores se iluminaron. “Yo creí que este día no iba a llegar nunca”, dice la gaditana Inmaculada Butrón, de 51 años. Toda la plantilla mantiene una sonrisa de oreja a oreja. Por fin ha llegado el ansiado día después de 16 años desde que se puso la primera piedra.
Ella es una de las 13 comerciales que forman parte del equipo que hace posible el funcionamiento del nuevo medio de transporte. Entró en 2017 y hasta ahora ha vivido momentos de incertidumbre. “Llevo esperando cinco años. Por fin en agosto nos incorporamos y terminados la formación que nos quedaba”, comenta a lavozdelsur.es.
Inmaculada ya tenía experiencia en atención al cliente pero nunca había estado en el sector ferroviario, como muchas de sus compañeras. “Esto era nuevo. Nos hemos formado aquí”, añade. La inauguración se ha hecho de rogar y hasta en los últimos meses “no lo veíamos claro porque se han dado muchas fechas desde agosto”.
"Estamos super contentos"
La gaditana es una de las primeras trabajadoras que inauguran esta tarde el Trambahía, al que ya se han subido muchas familias. Unos 30 conductores, personal de limpieza o maquinistas están hoy “super contentos”. Se les nota en la cara durante el acto inaugural en el que el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, les ha dedicado unas palabras mientras aplaudía. “Están perfectamente formados, ilusionados, capacitados”, ha añadido.
A Araceli Orozco, de 48 años y natural de Cádiz, también le toca empezar el servicio esta tarde. Ella, al igual que Inamculada, trabaja en LogiRail, operadora del grupo Renfe que reúne a especialistas en operaciones comerciales y personal de atención al cliente.
Ellas se encargan de facilitar información a los ciudadanos sobre el nuevo medio de transporte o comprobar que todos los pasajeros dispongan de su billete. Además, se encuentran en las máquinas autoventa para cualquier duda, haciendo la recaudación del día o en la oficina central atendiendo por teléfono a los clientes que requieren información o han sufrido incidencias y desea poner una reclamación.
“La gente todavía está muy desinformada sobre cómo va el tranvía, el precio, el horario”, dice Araceli que lleva muchos años trabajando en la atención al público. “Me gusta el trabajo más cercano y vi que era una oportunidad. Cuando salió la oferta del INEM, eché el currículum y me llamaron”, cuenta frente a la A gigante que adorna la estación chiclanera.
La gaditana se incorporó en 2020, el segundo grupo de comerciales que fue contratado y, desde entonces ha realizado cursos de preparación para el puesto. Por fin llevan a la práctica lo aprendido. “Vivimos este día con nerviosismo, sabemos que la gente va a estar muy pendiente después de tantos años y queremos hacerlo lo mejor posible”, expresan las empleadas, que ya han descolgado el teléfono más de una vez.
Perciben interés generalizado en la población. “Ha llamado mucha gente y nos ha causado impresión. Nos han llamado muchos profesores de colegios y ya tenemos varias excursiones planteadas para los próximos días”, explica Araceli, que considera que el tranvía “es el futuro” porque “es muy cómodo”.
"Vivimos este día con intensidad"
Las gaditanas transmiten nervios, pero también “mucha ilusión y ganas”. Las mismas que tienen sus nueve compañeros de Actren Mantenimiento Ferroviario S.A., empresa participada por Renfe y por CAF. “Hemos vivido este día con mucha intensidad. Llevábamos esperando mucho tiempo este momento”, comenta José Antonio Gil, jefe del equipo de mantenimiento. Este sevillano de 37 años empezó en Actren en 2007, año en el que se constituyó. Era su primera incursión en un mundo que siempre le ha atraído. “Yo pertenezco a una saga familiar ferroviaria y siempre me ha gustado”, dice .
En 2016 se trasladó de Madrid a Chiclana para incorporarse al Trambahía. Desde entonces, ha vivido todas las fases hasta que se ha hecho realidad. “Ha habido momentos en los que se ha quedado parado. No tenía desesperación porque la infraestructura ya estaba hecha y tarde o temprano iba a salir. Pero ha sido más tarde que temprano”, explica.
José Antonio se encarga de que el tranvía funcione a la perfección en cuando a la electrónica o al comfort se refiere. Un trabajo que ha llevado a cabo también durante las pruebas. Estaba deseando ver a los pasajeros montados en este “sistema de transporte mixto tranvía-tren”. Todos ellos han podido ser testigos de como los primeros vecinos subían al tranvía que tanto ha dado que hablar.
Comentarios