Buran Forouzan, una mujer iraní de 64 años, fue asesinada en verano de 2023 por quien fuera su pareja, Miguel M.M., que tiró el cadáver a un pozo cerca del Cortijo de Ducha, en Jerez. La desaparición de Forouzan copó multitud de titulares durante este verano hasta que, dos meses después, se confirmó el triste final.
Miguel M.M., de 79 años, mantenía relaciones esporádicas con la víctima, en el que fue su segundo asesinato. Porque unos años antes ya cumplió pena de prisión por matar en Almería al presunto amante de su esposa, un inmigrante trabajador del campo, unos hechos por los que estuvo 20 años en la cárcel. Además, tenía antecedentes por dos homicidios más en grado de tentativa.
Para este vecino de Picadueña Baja, donde se compró una casa tras salir de prisión, la Fiscalía pide 25 años de cárcel, como presunto responsable de la muerte de Buran, acusado de delitos de asesinato y contra los sentimientos religiosos y respeto a los difuntos, ya que tras matarla, la desmembró presuntamente con un machete y un cuchillo.
Este jueves ha empezado el juicio en el Juzgado de Instrucción número uno de Jerez, donde ha confesado los hechos, y ha dicho que "lo volvería a hacer". "El cielo está en la cárcel; allí estoy por lo que estoy y no por una violación porque a mí no se me amenaza", ha expresado en sede judicial. El caso queda visto para sentencia, tras ser declarado culpable por el jurado.
Miguel M. M. es un hombre bajito, activo a pesar de los años, que solía circular con su bicicleta eléctrica por las cuestas de Picadueñas, donde vivía. En esta barriada obrera se compró una casa al salir de prisión. Era "seco", "de campo", "un poco raro", y "él mismo contaba que había matado a una persona en una finca, y que había intentado quemar su casa con su mujer dentro", describían sus propios vecinos a lavozdelsur.es.
El asesino confeso de Busan no escondía que, años antes, había quitado la vida a otra persona. Desde que se conoció la desaparición de la mujer, se convirtió en el principal sospechoso. La Policía Nacional vigiló su casa, y no tardó mucho en encontrar indicios que lo incriminaran. Para ello, pidió colaboración ciudadana para localizarla. Buran había sido vista por última vez abandonando el albergue municipal en el que pasaba las noches. Después de buscarla entre las localidades de El Cuervo y Jerez, llegó el peor final posible: se encontró su cuerpo sin vida, en el pozo del Cortijo de Ducha, tras lo que se detuvo a Miguel M.M.
El acusado está en prisión provisional desde agosto de 2023, cuando se encontró el cadáver de la mujer en el pozo. En julio de ese año, cuenta, quedó con la víctima para mantener relaciones sexuales "a cambio de 50 euros", quien tras el acto consumado le reclamó "500 euros" o "le acusaría de violación". Tras eso, el hombre la invitó a fumar en la terraza de su domicilio, y allí, por la espalda "y sin posibilidad de defensa", cogió una chota y la golpeó tres veces en la cabeza. Luego la apuñaló en el corazón.
El 26 de agosto del año pasado, Miguel M.M. fue sorprendido por los agentes cuando estaba tirando escombros a este mismo pozo, para ocultar el cuerpo de la víctima, que fue descuartizada. Por estos hechos, la Fiscalía pide 25 años de prisión por el delito de asesinato y cinco meses de prisión por un delito contra los sentimientos religiosos y respeto a los difuntos, además de indemnizar a la hermana de la víctima con 60.000 euros y 100.000 euros a la hija de Buran.
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