¿Qué pasará con los terrenos sobre los que está Asta Regia? En el considerado como uno de los yacimientos no excavados más importantes de Europa —Bien de Interés Cultural desde 2000—, hay restos del paso de los romanos, fenicios, turdetanos o tartesios, pero duerme bajo tierras de cultivo que llevan décadas en manos privadas.
Junto a la barriada rural de Mesas de Asta, a pocos kilómetros de Jerez, está el yacimiento. La familia Espinosa es la propietaria del cortijo El Rosario, bajo el que está Asta Regia –en parte–, que ahora quiere vender. A principios de octubre trasladó su intención, formalmente, a la Junta de Andalucía, que tiene dos meses de plazo para ejercer su derecho de tanteo, que viene recogido en la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía.
Igualando la oferta privada, la Administración puede decidir que los terrenos pasen a manos públicas. Cuando quedan pocos días para que expire el plazo, no parece que vaya a hacerse efectivo el derecho de tanteo. La Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, preguntada por lavozdelsur.es, no se ha pronunciado al respecto.
Hace un año, en los Presupuestos andaluces de 2024, la Junta recogió una partida de 375.000 euros para la adquisición de las cuatro fincas registrales que albergan el yacimiento de Asta Regia, unos terrenos que sus propietarios creen que tienen un valor mucho mayor. En las cuentas autonómicas para 2025 no se contempla partida alguna para este fin, lo que hace pensar que no se adquirirán los terrenos.
"Es una finca rústica destinada a su cultivo de productos agroalimentarios, cereales, girasol, etc., y si se vende sería para ese destino", comentan fuentes conocedoras de la operación. "Todo va a seguir igual mientras que la Junta y la nueva propiedad no alcancen algún tipo de acuerdo, si es que la Junta tiene interés en sentarse con ellos", agregan.
En su momento, la propiedad de los terrenos que, si nada cambia, están a punto de pasar a otras manos privadas, tildaron de "ridícula" la partida destinada por el Gobierno andaluz, lo que hacía intuir que las posturas estaban muy alejadas. La cantidad prevista por la Junta para adquirir las cuatro fincas registrales que albergan el yacimiento de Asta Regia estaban muy alejadas de la oferta privada recibida.
Debajo de 25 hectáreas, de las 253 hectáreas que tiene en propiedad la familia Espinosa, hay vestigios del paso de diferentes civilizaciones, que se remontan 2.700 años atrás. El Ayuntamiento de Jerez anunció a principios de años que se iba a contratar a un tasador "externo" para que valorara el precio de los suelos, que no ha trascendido.
La Plataforma por Asta Regia y Ayuntamiento de Jerez firmaron un convenio hace unos meses para impulsar la recuperación y puesta en valor del yacimiento arqueológico de Mesas de Asta, para "contribuir al mejor conocimiento, difusión y disfrute del yacimiento", se dijo entonces.
Mediante el protocolo firmado por ambas entidades, se pretendía facilitar el cambio de la titularidad de los terrenos, que no parece que vaya a pasar a manos públicas, a pesar de lo anunciado hace un año.
Con Esteve empezó todo
Fue Manuel Esteve, arqueológico y bibliotecario municipal de Jerez, quien lideró las excavaciones que comenzaron en 1942 en Mesas de Asta, que fueron descubriendo paulatinamente el tesoro que escondía bajo sus suelos. Se prolongaron 1956. La última fase no se ejecutó por falta de presupuesto.
"Se comenzó mediada la tarde por haber tenido que emplear la mañana en disponer lo necesario, tal como reunir el herramental de los trabajos y gestiones semejantes (…) No puede siquiera pensarse en llevar personal de Jerez, ya que por las dificultades de transporte esto es de todo punto imposible. Por lo tanto, el personal que vaya empleándose será domiciliado allí o en sus proximidades", escribía Esteve en su cuaderno de bitácora, al inicio de los trabajos.
El asentamiento fue fundado por los tartesios, y luego llegaron romanos, que convirtieron Asta Regia en una de las ciudades más importantes de la Bética. Era, por aquel entonces, un gran puerto comercial y un lugar donde cerrar importantes acuerdos, como reflejaron en sus escritos geógrafos como el griego Estrabón o el romano Pomponio Mela.
El yacimiento se viene analizando mediante georradar desde 2016. Es la Universidad de Cádiz (UCA) quien, mediante arqueología no invasiva, viene investigando Asta Regia, donde se intuye que hay una ciudad escondida de valor histórico incalculable. Con este método, se han descubierto estructuras de grandes dimensiones, y una recreación de cómo pudo ser la ciudad.