Ayuda para encontrar a Sol, la galga robada en Jerez que “no sirve para cazar”

Ya han pasado siete días desde que los ladridos de Sol no resuenan en la finca de la familia de Germán Alcaide. La galga, de tres años, desapareció el día 1 de enero al mediodía en la zona de la Hijuela del Serrallo de Jerez, frente al monasterio de la Cartuja sin dejar rastro. Desde entonces su dueño no ha parado de buscarla sin descanso. “Fuimos a pasar el fin de año con mis padres que viven en una finca bastante grande, de 15.000 metros, la galga la conoce perfectamente porque hemos estado bastantes veces por allí”, explica el jerezano que reside en Sevilla y va a su ciudad natal prácticamente todos los fines de semana.

Sin embargo, el comienzo de año no le trajo buenas noticias. Su perra, a la que recogieron de la protectora Doggy de Mairena del Aljarafe y con la que lleva viviendo unos dos años, no estaba. Se la había tragado la tierra o la habían robado. Durante el encuentro familiar, “nos dimos cuenta de que ya hacía bastante que no la veíamos, hasta que empezamos a echarla en falta, pasaban las horas y la perra no aparecía por ningún lado”. Germán silbó con fuerza y la llamó a viva voz para que volviese, “siempre aparece con mis silbidos”, pero aquel día no funcionó.

Inmediatamente, el jerezano se movilizó y difundió carteles tanto por la ciudad como por las redes sociales. Después denunció el robo de la perra en la comisaría de policía y avisó a las perreras y protectoras para que estuvieran alerta. Junto a su foto, Germán dejó bien claro que Sol “¡No sirve para cazar!”. Está acostumbrado a los disparos de los cazadores que merodean por los alrededores de la finca.

“Tememos que a lo mejor haya pasado cualquiera y la haya trincado, como estamos todavía en época de caza”, añade con preocupación. Según sostiene, “ella es un animal completamente doméstico, no ha corrido una liebre en su vida, vamos, que no sirve, no está educada para eso, no lo ha hecho nunca”, dice recordando los días en los que la galga descansa en el sofá de su casa.

“Tememos que cualquiera la haya trincado, estamos todavía en época de caza”

Sol suele recorrer la finca en la que también pasea junto a los perros de los padres de Germán. Pero el recinto no está completamente cerrado. “El problema es que aquello al ser una finca tan grande por determinadas zonas el alambrado es prácticamente inexistente de lo deteriorado que está, es bastante habitual que cazadores o simplemente gente cogiendo espárragos se metan dentro de la finca, un poco incluso por desconocimiento, sin darse cuenta de que han entrado”, detalla el dueño.

La perra está totalmente documentada, posee su cartilla, está castrada y lleva un collar con una placa identificativa que informa del nombre y contacto de Germán. Además, tiene su chip en el Registro Andaluz de Identificación Animal (RAIA). Desde que Facebook, Instagram y Twitter se llenó de publicaciones para encontrar el paradero de la galga, la respuesta de la ciudadanía ha sido notable. “Raro es el día en que no recibo entre cuatro o cinco llamadas o mensajes”, comenta el jerezano que justo había sido alertado una media hora antes de hablar con lavozdelsur.es por una chica.

Según dice, “está totalmente convencida de que la ha visto por el barrio de San Miguel a aproximadamente a las 6 de la tarde de ayer. Y allí se ha ido mi padre a dar vueltas el hombre”. No pararán hasta dar con su ubicación y siguen pidiendo la colaboración ciudadana para llenar el vacío que ha dejado Sol.

La familia insiste en que, si alguien se encuentra en su camino a una galga como esta, llame a los teléfonos 675 67 68 60 o 679 44 72 62 para poner en conocimiento la zona. También invitan a que la lleve a cualquier veterinario o perrera. “Quien la haya cogido, lo primero que hace es quitarle el collar y la chapa”, expresa el dueño atento a cada aviso. Él no pierde la esperanza y su corazón se acelera cada vez que llaman a su móvil.