El centro sevillano de coworking Workify ha acogido una jornada sobre BLW, las siglas anglosajonas con las que se conoce comúnmente al Baby-led Weaning, también apodado Aprendo a comer solo. Esta nueva técnica nutricional para bebés menores de un año está siendo toda una revolución para madres y padres de medio mundo, y consiste principalmente en darle a tu bebé comida “sin tener que pasarla previamente por la batidora”. Así lo han asegurado los expertos invitados a esta jornada celebrada en Sevilla. Rocío Romero, fundadora de Mamandoo, a través del cual atiende a madres con dificultades durante la lactancia, ha abierto esta jornada formativa en la que los padres y madres han podido conocer de primera mano la forma en la que se deben exponer los alimentos, recetas prácticas y mecanismos contra posibles incidencias.
Esta doctora en biología ya ha educado a su pequeña su hija Julia siguiendo los postulados de este método con el que los bebés van “alimentándose y experimentando con las texturas, los olores y los sabores”. Además de “tener libertad a la hora de agarrar los alimentos y tomarlos si éstos les apetecen o no”.
Una proporción de alimentos sólidos con los que el bebé –siempre que éste haya sobrepasado los seis meses de edad- puede complementar el periodo de lactancia materna. “Esta técnica es un método respetuoso con el pequeño, ya que el bebé va comiendo los alimentos en la cantidad que le apetecen”. Es por eso que este nuevo método nutricional, avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española de Pediatría, “no solo es nutricional, sino también educativo”. El niño se va relacionando así con los objetos que tiene a su alrededor y cogiendo autonomía “evitando que los padres tengan que estar siempre dándoles de comer”, indica Rocío.
Este método novedoso, que ya es practicado por madres y padres de todo el mundo, asegura en todo caso un desarrollo del bebé mucho más completo, puesto que “van desarrollando la habilidad de coger los objetos, en este caso, los propios alimentos”. En una primera instancia, a través de los puños y más adelante “desarrollando lo que llamamos la pinza” que se genera con el dedo pulgar e índice. Esto les hace coger autonomía y “empezar a desarrollar un interés propio por la comida, con la que poco a poco se van relacionando de forma natural”, indica la bióloga.
Es por ello que debido a que es el propio niño quien escoge las dosis a comer, sin necesidad de obligarlo a comer en puré, se evitan ciertos problemas futuros tales "como la obesidad infantil”, asegura Rocío. No es el único beneficio que reporta el hecho de proporcionar alimentos enteros a los bebés. El hecho de que los pequeños tengan que masticar, aunque no tengan dientes, ya pueden hacerlo, “potencia la musculatura facial de los pequeños, algo esencial a la hora de que empiecen a hablar”, explica Rocío.
El caso de Adriana Palazón es curioso. Esta madre de dos hijos decidió hace algunos años buscar información sobre esta técnica nutricional, sin éxito alguno. La fase experimental, unida a la falta de información o transparencia de algunos de los canales informativos, hizo a esta madre primeriza ponerse manos a la obra. Fue así como nació su blog Aplicando BLW en el que poco a poco fue transmitiendo su experiencia a otras madres que, como ella, querían saber más sobre dar de comer a sus hijos alimentos sólidos. “Al principio la gente te llama loca por querer darle a tu hijo alimentos enteros”, asegura al comienzo de su intervención. Existe la idea equivocada de que los pequeños van a atragantarse, pero esto no es cierto”, desmiente.
Asegura que lo que empezó siendo una necesidad propia, pronto se convirtió en una comunidad que crece cada día más. “Una de las ventajas principales del BLW es que el bebé coma lo mismo que el resto de la familia”. Esto es algo primordial, ya que el pequeño ve que tiene en su trona lo mismo que en el plato de sus padres o familiares. “Además, este es un gran momento para empezar a comer sano toda la familia”. Ya que, aunque esta técnica abogue por el uso de casi todos los alimentos, hay ciertos aspectos a tener en cuenta a la hora de dar de comer a los pequeños de la casa. “Alimentos que tengan forma esférica, tales como uvas, cerezas o tomates cherries, deben evitarse a toda costa. También la sal o el azúcar y los frutos secos. Como norma general podemos suministrarle a nuestros hijos todo lo que se pueda romper con los dedos a la hora de estrujarlo”, mantiene Adriana.
“Los trozos, en todo caso, han de ser grandes y alargados, para que el bebé vaya tomándolos poco a poco”. Además, es recomendable que en el caso de alimentos dados por primera vez se repita la dosis a lo largo de la semana. “Esto nos ayudará a saber distinguir si nuestro bebé es alérgico a algún alimento, puesto que a veces la alergia se da a la segunda o tercera toma del alimento en cuestión”, indica.
BLW: cuándo es más recomendable practicarlo
“En ningún caso la aplicación de BLW debe sustituir a la leche materna. Hasta el año esta debe ser la prioridad y siempre ha de darse a demanda”, explica Rocío a los asistentes al curso. Existen una serie de indicativos por los que determinar si es el momento idóneo para aplicar Baby-led Weaning. Primeramente, el bebé “tiene que mantenerse erguido y llevarse cosas a la boca”, indica Rocío. Esto es esencial para que el pequeño experimente por sí solo con la comida sólida. “Además, tiene que tener interés por la comida de los padres”. Esto indica que el bebé tiene deseos de experimentar con ella. Para terminar, “tiene que haber perdido el reflejo de extrusión, el reflejo de los bebés a rechazar cualquier cosa que no sea el líquido de la mama”.
Esta serie de características junto a la edad recomendada por los expertos, unos seis meses, es un claro indicador de que el bebé puede experimentar con alimentos sólidos tomados por él mismo.
Maniobras en caso de atragantamiento en los bebés
“Al contrario de lo que se crea, el dar a los bebés trozos pequeños es mucho más perjudicial que en el caso de trozos enteros”. Rocío desmiente este falso mito que además es puesto en práctica durante el turno de Adriana. Sobre la mesa un trozo de pan y algunas frutas (como un plátano o una pera) demuestran a los asistentes ejemplos prácticos de alimentos que pueden ser tomados por sus pequeños de manera autómata.
Completa de esta forma el taller la sanitaria Beatriz Macías, perteneciente a la escuela SAMU. A través de una serie de ejercicios básicos muestra a los padres las maniobras necesarias en caso de incidente o atragantamiento. “Lo principal es colocar al bebé a lo largo del antebrazo o en el muslo y dar algunos golpes secos en la espalda”. En todo caso, "nunca se han de introducir los dedos en la boca del pequeño", ha explicado. Además, aprovecha junto al resto de especialistas para romper con otro falso mito: “Muchos padres no saben que existe más riesgo de atragantamiento con las papillas que con los alimentos consumidos de manera sólida”. A este respecto, han abundado, que en “ocasiones los padres dan a los bebés estas papillas estando tumbados, algo que es un tremendo error”.
En ningún caso debemos alarmarnos en caso de emergencia si se da el caso de atragantamiento y debemos evitar posibles actuaciones innecesarias. “La arcada es algo fisiológico que sirve para alejar objetos de las vías respiratorias, por eso no debe evitarse”, ha añadido Beatriz.
Finalmente, ha cerrado el taller el Dietista-Nutricionista, Farmacéutico y Tecnólogo de los alimentos Jorge Jaldón, al frente de La Habitación Saludable, que le ha dado a los padres y madres las claves para continuar con una buena alimentación de sus bebés una vez finalizado el periodo de lactancia materna.
El objetivo de este tipo de talleres es que los padres se sientan preparados para practicar en casa con toda tranquilidad este método de alimentación complementaria, el BLW y desterrar falsos mitos acerca de la posibilidad que tienen los bebés de tomar alimentos sólidos en la que se convierte, de este modo, en la que es su primera relación personal y libre con la comida. Algo que les da independencia y los enseña a mantener una relación sana con la alimentación en el futuro.