El campo andaluz mira a Europa: "Quienes legislan no tienen ni idea de la realidad"

Tres jóvenes agricultores y ganaderos andaluces hablan a título individual sobre sus experiencias y los problemas a los que se enfrentan, como los precios injustos, la competencia desleal y la falta de relevo generacional

José Miguel López tiene 36 años y es dueño de una explotación familiar en Torrecera, desde donde habla con lavozdelsur.es acerca de la situación que atraviesa el campo andaluz.

José Miguel López lleva ligado al campo toda su vida, porque su padre es agricultor. Actualmente, es dueño de una explotación familiar, con cultivos de algodón, trigo y crucíferas (col, repollo y brocoli), en el término municipal de Torrecera, en Jerez. "Me hice autónomo y me incorporé a la empresa agraria, como lo llaman los políticos, en 2019", apunta. Todo "para venta al fresco, no para industria", recalca.

El tractor que muestra el día en que lavozdelsur.es visita su explotación tiene, según explica, más de 50 años. "Me tiré al campo porque al final es lo que me gusta, lo tenía muy arraigado", se sincera.

No muy lejos de la explotación de José Miguel López, Margarita Núñez, viticultora, trabaja cada mañana en su finca en Jerez. Esta joven de 36 años comenzó en esta viña que pertenecía a la familia de su marido, "primero haciendo los trabajos más duros, los que nadie quiere", explica, y ya lleva varios años en esto, desde 2019.

Margarita Núñez lleva desde 2019 trabajando en el sector agrario, en concreto, en el de la vid.  JUAN CARLOS TORO

Isabel María Rubiales tiene una explotación ganadera caprina en el término municipal de Algodonales desde 2016, aunque también ha vivido el mundo del campo "desde pequeña" por sus padres, que también tenían una explotación. Actualmente, tiene unas 250 cabras produciendo, además de las destinadas a recría y los sementales.

Los tres son una muestra de la cara más joven del campo andaluz, que mira al futuro, y sobre todo a lo que viene de Europa, con reticencias. La cara más joven de un sector en el que precisamente el relevo generacional es una gran preocupación. "Estamos dejados de la mano de Dios, no nos escuchan. Y este es un trabajo que es el fruto de la vida, tendrían que estar agradecidos y tenernos aprecio, porque producimos unos alimentos y unos productos que todo el mundo no tiene", expresa Margarita Núñez.

En la misma línea se sincera José Miguel: "Yo creo que quienes están legislando no tienen ni idea de la realidad".

Isabel María apunta que "siempre, y hoy en día más, la ganadería y la agricultura es un trabajo muy difícil. Creo que la gente de la ciudad que no está familiarizada nos ven como una especie de recreo".

Aliviar la carga administrativa, una de las reclamaciones del sector

Antes de las elecciones europeas del 9J, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) hizo público un documento con sus propuestas para los futuros eurodiputados. El escrito plasmaba las que son las principales preocupaciones del sector agrícola y ganadero, que cristalizaban en las siguientes propuestas: precios justos, flexibilizar y simplificar la Política Agraria Común (PAC) y abordar el relevo generacional, entre otras cuestiones en las que también se incluía el establecimiento de medidas para una "mejor transición y adaptación a los efectos del cambio climático", escuchando "la voz de los agricultores y ganaderos". Con el nuevo Parlamento Europeo recién formado, está por ver si algunas de estas cuestiones se tendrán en cuenta, y si se atenderán las reclamaciones de quienes trabajan día tras día el campo, que, según refieren, no se sienten escuchados.

Las tres voces consultadas mencionan los precios como uno de los factores que más ahogan a este sector. "Los precios que tenemos actualmente son casi los mismos que tenían hace más de 20 años, cuando los costes de producción son altísimos. De hecho, ahora mismo el precio de la leche nos está bajando y el del grano nos está subiendo. Llegará un momento que no podremos ni cubrir costes", señala Isabel María. Este problema con los precios también se relaciona con la competencia desleal de productos procedentes de otros países: "Con la leche de cabra está pasando: están comprando leche de Holanda a unos precios más bajos, y a nosotros nos dicen que hay mucha leche y que por eso nos bajan el precio. Claro, hay mucha porque están comprando leche de fuera".

La ganadera de Algodonales Isabel María Rubiales, trabajando en su explotación caprina.

"Yo creo que desde Europa no se están cumpliendo los acuerdos preferenciales. Para que nos entendamos, deberíamos comernos lo que producimos, y después si hay que traer algo de fuera, pues se trae", señala José Miguel.

"Tenemos que competir con unos costes de producción que no tienen absolutamente nada que ver con los nuestros", apunta, y explica, sobre los costes de producción, que el coste de producción de un kilo de tomate aquí ronda los 25 céntimos. Los tomates procedentes de Marruecos, por ejemplo, llegan a un precio de 20 céntimos, cuando el coste allí puede ser alrededor de 10. "A mí me llega un tomate a 20 céntimos, entonces el mío lo tengo que vender a 20 o 25 céntimos, y no estoy ganando nada, al contrario, estoy perdiendo dinero", señala. En ese sentido, apunta que debería haber "unos observatorios de precios".

José Miguel López apunta a los precios injustos como uno de los principales problemas que atraviesa el sector agrario.  MANU GARCÍA

"Nos tienen ahogados. Los costes, el gasoil, luego la guerra de Ucrania también ha hecho que se disparen los precios", expresa Margarita. "Las medidas que vienen desde Europa para el desarrollo de la actividad son una gran preocupación a la hora de producir los campos, porque tenemos un coste muy alto y hay mucha competencia, y estamos preocupados por ese futuro", afirma.

Para Margarita, desde Europa no se escucha al sector.  JUAN CARLOS TORO

"Tenemos un ministro que al final lo que ha hecho ha sido defender las tesis de Europa, e intentar que aquí valga o cobre lo mismo una hectárea de secano de un terrateniente que tiene 1.500 hectáreas, a una hectárea de un pobre agricultor que lo que tiene son 4 o 5 o 10, y que tiene que vivir de ellas", opina José Miguel.

Las medidas medioambientales que deben seguir agricultores y ganaderos es otro tema con frecuente presencia en la conversación pública. Así lo explica José Miguel, como alguien que lo vive cada día en primera persona: "Tenemos que ir siguiendo unas pautas, que es lo que nos marca Europa para el tema medioambiental. Al final el pago completo por hectárea que nosotros recibimos es un complemento entre una ayuda medioambiental y un pago básico, que digamos es una aportación a la renta, ya que la PAC en su día se configuró para que se mantuviera el tejido productivo". 

En ocasiones se ha tachado al sector agrícola y ganadero de no adaptarse a la lucha contra el cambio climático, pero José Miguel es contundente al respecto: "Por el amor de Dios, decir que no hay cambio climático… Decir que no tenemos sequía… Me parece una auténtica barbaridad, es algo más que evidente".

Pero señala que, en la práctica, las medidas que vienen en ese sentido desde Europa suponen una presión para los pequeños productores: "Se nos tiene una presión metida... Yo no utilizo químicos, ni pesticidas, ni insecticidas agresivos, estoy trabajando con bacterias, con lucha biológica, con suelta de depredadores, y lo mío no es una excepción, somos bastantes intentando ser lo más sostenibles con el medio ambiente que se puede. Nosotros llevamos históricamente toda la vida trabajando y conviviendo con el medio ambiente, y lo que no es justo es que se nos dé este trato y se meta esta presión". Refiere que, mientras los pequeños productores se ven ahogados, "sin embargo están dejando que entren por los puertos productos sin ningún tipo de control", como el clorpirifós, altamente tóxico para las abejas.

José Miguel López conduce su tractor, que tiene más de 50 años, por su explotación en Torrecera.  MANU GARCÍA

Isabel María también es clara al respecto: "Las políticas verdes, en mi opinión, lo que quieren es dejar la ganadería a un lado".

Otro de los grandes problemas que refieren es la carga burocrática asociada a la PAC. "Dice la presidenta de la Comisión Europea que va a reducir la carga administrativa y que nos va a prestar la mayor atención, y lo único que esperamos es que así sea, que nos escuchen", recalca Margarita. Se refiere a la propuesta de la Comisión Europea del pasado 15 de marzo para revisar determinadas disposiciones de la PAC. Una de las propuestas presentadas fue  eximir a las pequeñas explotaciones de menos de 10 hectáreas de los controles y sanciones relacionados con el cumplimiento de los requisitos de condicionalidad, con el objetivo de reducir la carga administrativa para esos pequeños productores.

El relevo generacional también es una de las grandes preocupaciones del campo andaluz. En la imagen, Margarita trabajando en su finca.  JUAN CARLOS TORO

En este sentido, las tres voces consultadas refieren que no se sienten escuchadas ni atendidas por las administraciones, y parece ser el sentir general del sector, al menos, en lo que ellos conocen. "Dicen que nos escucharon tras las manifestaciones, pero a la vista está que el precio de la leche nos ha bajado este mismo mes y el precio del grano está subiendo. Entonces yo creo que no nos escuchan", expresa Isabel María.

"Yo creo que hacen lo que quieren, y como no nos escuchan, ellos te prometen, te dicen, pero para que tú te calles: sí, mira, os vamos a escuchar, os vamos a prestar atención… Y pasa el tiempo y todo sigue igual", apunta Margarita. Para José Miguel, "no se puede poner a legislar a una persona que no tiene ni idea de lo que es el campo. Hace falta gente que sepa realmente de lo que estamos hablando".

Estos aspectos se añaden a la incertidumbre propia de un sector que depende, en gran medida, del clima, y que se verá cada vez más afectado por el cambio climático y por las posibles restricciones por la sequía. Pero, también, por la llegada de los 'peces gordos': "Creo que estamos en un periodo transitorio entre el pequeño agricultor y el que las grandes cadenas agroalimentarias se hagan con el control absoluto de la cadena", vaticina José Miguel.