Juan Jesús Ramírez, un vecino de Conil de 36 años, entrará en prisión por construir su vivienda en un terreno rústico. Además, tiene sentencia firme de demolición de su casa, donde vive con su pareja y dos hijos menores, desde hace más de una década. “¿Dónde vamos a ir con dos niños pequeños? Soy repartidor y mileurista; una hipoteca en Conil no baja de 200.000 euros y es que el banco, además, no me da nada. Si tengo que entrar en la cárcel para que no derriben mi casa, entraré”, decía Juan Jesús en un reportaje publicado en lavozdelsur.es.
Esta semana, el conileño ha recibido un requerimiento judicial para que ingrese en prisión en el plazo de cinco días si no presenta documentación que acredite que se encuentra en proceso de regularización. El Ayuntamiento de Conil inició hace unos meses los trámites para convertir el suelo rústico en el que vive Juan Jesús a suelo urbano, pero en estos momentos se encuentra en los compases iniciales, por lo que el proceso no está concluido.
"Voy a entrar en prisión y me van a destrozar mi vida, no voy a levantar cabeza ya", confiesa Juan Jesús Ramírez, en declaraciones a la emisora Ser La Janda, donde se queja de "nadie sale a defenderme, estoy solo en esto", ya que a su entender, "todo el mundo calla porque hay muchas barrigas agradecidas".
El Ayuntamiento de Conil aseguró el pasado año que hasta 36 ámbitos del diseminado podrían contar con planes especiales urbanísticos —paso clave en la regularización—, pero por ahora el desbloqueo de esta problemática no llega. Por ello, una veintena de familias de las casi 7.000 viviendas irregulares del municipio se encuentran en proceso de derribo y, en el caso de Juan Jesús, de ingreso en prisión.
"He recibido una carta para entrar en prisión si en cinco días no presento documentación para paralizarlo", relata Juan Jesús en la citada emisora. "Lo único que puedo presentar es un informe de las empresas que están realizando los trabajos (de regularización)", aunque confiesa que no sabe si será suficiente para paralizar su entrada en la cárcel. "Los ánimos por los suelos, sabíamos que esto podía llegar, porque el juez me dio dos años pero han pasado tres. Creo que el Ayuntamiento me ha estado engañando, porque los trabajos no empezaron hasta hace dos meses, no sé por qué".
"En Conil hay 7.000 viviendas ilegales, y después de la mía se han construido 2.500, pero ninguna tiene una denuncia en Fiscalía", se queja este vecino, quien asegura que "hay mucha gente especulando con esto, pero nos han cogido a diez cabezas de turco que vamos a pagar por los 7.000 que hay". "Soy un ciudadano de calle que soy basura para ellos, me están machacando", incide Juan Jesús, al que le indigna "que no se investigue lo que ha pasado, porque mientras hay muchos especuladores ganando dinero en negro".
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