Algeciras sigue en estado de shock tras el ataque yihadista que anoche conmocionó a esta ciudad del sur de Andalucía. No se habla de otra cosa. "Sabíamos que cualquier día podía pasar algo así y al final ha pasado", comenta un vecino.
Con el paso de las horas se van conociendo más detalles sobre el asesinato de Diego Valencia y las agresiones al resto de heridos por parte de Yassine Kanjaa, al que la Policía seguía la pista desde hace meses por su comportamiento sospechoso.
El presunto yihadista entró en la iglesia de La Palma, donde comenzó a destrozar imágenes, cruces y velas. Subido al altar, tiró todo lo que había sobre la mesa y empezó a proliferar gritos. Al ver que el sacristán trataba de huir por la puerta de la iglesia, fue a por él, matándolo en plena calle.
Diego acabó siendo la única víctima, pero antes de acabar con su vida, Yassine también estuvo a punto de matar a una catequista que, arrodillada en el suelo, pidió que no la matase. Pero en ese momento, el ya detenido vio al sacristán y se fue a por él pensando que era el cura. "La muerte de Diego seguro que iba para mí", ha manifestado Juan José Marina, párroco de Nuestra Señora de La Palma.
Tras una noche bastante agitada por los hechos, el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, a título personal y en representación de la Corporación municipal, ha trasladado esta mañana su pesar por la muerte de Diego Valencia.