Durante la cena de Nochebuena, huyendo del fuerte ruido provocado por cohetes y artefactos pirotécnicos, un perro llamado Cersei acabó en el mar, a la deriva, cerca del puerto de Chipiona.
La Guardia Civil de Cádiz, concretamente el Servicio Marítimo Provincial de esta Comandancia, llevó a cabo el rescate de este perro, que se encontraba a la deriva en mitad del mar. El animal, aterrorizado y preso del pánico, fue encontrado con signos de agotamiento mientras nadaba e intentaba subirse a los waterjets que hay bajo la embarcación para salvarse, y procedieron a su rescate inminente.
Una vez el animal se encontraba en la plataforma de embarcación oficial, fue trasladado a la costa donde se reencontró con su dueño gracias a la colaboración de la Policía Local de Chipiona, que pudo pasarle el lector de microchip y localizar al propietario.
El servicio se llevó a cabo durante la noche del pasado 24 de diciembre, alrededor de las 00:30 horas, en plena celebración de Nochebuena, cuando los guardias civiles del Servicio Marítimo Provincial se encontraban prestando servicio próximo al puerto de Chipiona cuando, en el silencio de la noche, escucharon movimientos en el agua bajo la embarcación.
Inmediatamente, los agentes se hicieron con linternas para tener un mayor radio de visibilidad y localizaron a un perro nadando a la deriva que intentaba por todos los medios subirse a unos soportes, que se encuentran a medio metro bajo la superficie de la embarcación denominados waterjet, para salvarse.
Los guardias civiles no dudaron en realizar las maniobras necesarias para sacar al animal y subirlo a la embarcación el cuál, presentaba signos evidentes de agotamiento desconociendo el tiempo que hubiera podido estar luchando por salvar su vida.
Una vez que los agentes consiguen extraer al animal observan que el mismo se encontraba sin fuerzas, agotado y casi desvanecido, por lo que fue necesario cargarlo en brazos para ponerlo a salvo en la cubierta y darle su tiempo de descaso y recuperación.
Finalmente, y gracias a la colaboración de Policía Local de Chipiona, pudieron pasarle el lector de microchip y localizar al dueño. Una vez que el animal pudo reencontrarse con él, los agentes tuvieron conocimiento que el perro había huido sin rumbo recorriendo una distancia de unos 4 o 5 kilómetros aproximadamente y había caído al mar de manera accidental, preso del pánico y terror que le produjeron las numerosas explosiones de los fuegos artificiales.
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