Un Renault 21 de aspecto vintage y color granate, que perteneció a una empresa funeraria, lleva más de un mes aparcado en una calle de Vélez-Málaga. En su interior, este vehículo tiene un ataúd que durante las primeras semanas se podía ver con total claridad desde el exterior.
A esta imagen, la de un coche fúnebre delante de sus casas, se tienen que enfrentar a diario los vecinos de una zona conocida en la referida localidad malagueña como Barrio Viejo.
Una escena que no es de buen gusto para nadie y que ha llevado a muchos ciudadanos a presentar quejas en el Ayuntamiento. La Policía Local ha hablado con la propietaria del vehículo para transmitirle que no es muy apropiado aparcar un coche de tales características en un entorno residencial en el que vive mucha población mayor.
"Mi marido está enfermo y no es plato de buen gusto tener que ver a diario la caja de muertos", ha relatado una vecina. Desde el Consistorio no pueden hacer nada, ya que el vehículo no incumple ninguna normativa vigente.
La dueña del coche, además, parece que no está muy por la labor de retirar lo que ha confesado que fue un regalo de cumpleaños de su pareja. El vehículo, según ha explicado la propietaria, fue adquirido con la intención de utilizarlo para la realización de un cortometraje.
La película ya la tiene montada con unos vecinos que están cansados de tener que toparse todos los días con la muerte escenificada en un coche al que al menos le han puesto unas cortinillas hace unos días para que no se vea desde fuera el ataúd.
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