Jerez acogerá el lunes 6 de junio una colecta especial de sangre en dos instalaciones municipales en solidaridad con Fabio Padillo, el joven que no puede operarse de un tumor cerebral porque falta sangre en los hospitales gaditanos.
"No sé cómo va a crecer el tumor y se siente mucho miedo", cuenta Fabio a lavozdelsur.es. El joven, padre de una niña y un niño, confiesa que tiene miedo, y hacía un llamamiento a la ciudadanía para que done sangre, que ya está respondiendo. "No es sólo por mí, sino por toda la gente que está en mi misma situación”, aclara. En el Hospital de Jerez, este viernes, se han visto colas de donantes
Por ello, el Ayuntamiento de Jerez junto con el Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Cádiz han organizado una colecta Especial de sangre el próximo lunes 6 de junio, haciendo un llamamiento a la población jerezana para que hagan de manera urgente donaciones de sangre y puedan acercarse a realizar este acto solidario en horario de 10.00 a 14.00 horas en el Cabildo Viejo y de 17.00 a 21.00 horas en el Edificio Chapín.
En el día de hoy, se ha animado a la plantilla municipal a colaborar con su donación destacando que “hay muchas personas que necesitan de nuestra solidaridad. Además, en esta ocasión nos toca de cerca. Nuestra compañera Ana Bernal Garrido, que lleva 40 años en este Ayuntamiento, necesita nuestro apoyo. Su hijo Fabio está pendiente de una operación de envergadura, la cual no se puede hacer por falta de sangre”.
Fabio Padilla tiene un tumor cerebral, concretamente un meningioma, el más común de los tumores primarios, que se origina en el cerebro o en la médula. Técnicamente no es un tumor cerebral, pero se le denomina así porque puede comprimir o presionar el cerebro, los nervios y los vasos adyacentes. El joven, de 30 años, fue operado hace dos años, pero se le ha vuelto a reproducir, por lo que tiene que volver a pasar por quirófano.
Fabio tenía cita para operarse el pasado 27 de mayo, pero poco antes lo llamaron desde el Hospital de Jerez avisándole de que era “imposible” operarlo porque las reservas de sangre están bajo mínimos y no se podía realizar la intervención. “Me llevé un gran chasco, porque mi vida depende de ello”, cuenta el joven a este periódico, que esta misma semana cumplirá 30 años.