El 30 de abril de 1994 España vivió uno de los sucesos más impactantes de su historia reciente cuando Javier Rosado, de 21 años, y su acompañante Félix, de 17, mataron en Madrid a Carlos Moreno, un trabajador de limpieza de 52 años, siguiendo las pautas de un macabro juego de rol que habían inventado y trasladado a la vida real.
19 puñaladas en garganta, estómago y tórax acabaron brutalmente con la vida de un inocente que esperaba el autobús para regresar a su casa. Este horripilante ataque lo recogió Javier Rosado en su Diario asesino en el que narró con todo lujo de detalles cómo planificaron su "noche de caza", los requisitos que debía cumplir su víctima, lo que "tarda en morir un idiota" o la intención clara que tenían de volver a matar entre otras perlas.
El bautizado como 'asesino del juego de rol' fue condenado a 42 años de cárcel gracias a la confesión de un amigo cercano que se percató de que era el culpable de lo ocurrido y de que estaba planificando un nuevo ataque. Por su parte, a Félix se le condenó a 12 años de prisión por su colaboración en el asesinato, si bien solo cumplió 4 y se marchó de España junto a su padre adoptivo para regresar tiempo después.
28 años después, Javier Rosado se encuentra en libertad condicional y ha saldado casi en su totalidad la pena de 25 millones de pesetas, 150.000 euros, que tuvo que pagar a la familia de la víctima. Casi una década tardó en comenzar a arrepentirse de lo que hizo y comenzar a llevar a cabo acciones para resarcir el horrible crimen que cometió. "Por fin veo sentido a mi privación de libertad, a los nueve años, seis meses y dos días, generando en vosotros tanto sufrimiento. El castigo que estoy pagando es justo para lo que hice. Obviamente, nunca más haré a nadie el más mínimo mal. Le he dicho al abogado que mire cuál es el mejor procedimiento para pedir perdón a los familiares de la víctima" escribió a sus padres en una carta.
Fruto de este arrepentimiento y con la intención de "saldar una gran deuda para tranquilizar mi conciencia", comenzó a trabajar gracias a los permisos que fue obteniendo desde 2007. Actualmente, ha conseguido hacer frente a la indemnización requerida casi por completo y ya no tiene que volver a la cárcel.
Del mismo modo, Rosado se ha formado con creces durante su estancia en prisión. Ha conseguido finalizar cuatro carreras y también ha completado estudios de inglés y física cuántica. Durante el juicio y con posterioridad, expertos en psicología le calificaron como "un psicópata muy peligroso y carente de remordimientos", añadiendo que "sabe perfectamente lo que hace, no está enfermo y podría volver a hacerlo". Años después se espera que su reinserción en la sociedad sea completa, aunque jamás se borre la huella de un crimen que heló la sangre de todo el país.