Los comités generales de empresa del grupo Renfe y Adif han anunciado una huelga de siete días en protesta por el incumplimiento de los acuerdos firmados por el Ministerio de Transportes en relación con los servicios de Rodalies y Renfe Mercancías. La convocatoria, que cuenta con el respaldo unánime de todos los colectivos profesionales, se produce tras el rechazo de la plantilla ante las últimas decisiones del Ministerio, que consideran una vulneración de los pactos alcanzados.
El 23 de noviembre de 2023, los sindicatos habían desconvocado una huelga prevista después de llegar a un acuerdo con el Ministerio que garantizaba tres puntos clave: la continuidad de Renfe y Adif como prestadores de los servicios de Rodalies y Renfe Mercancías, la preservación de las plantillas en ambas empresas públicas, y la creación de grupos de trabajo para encontrar soluciones consensuadas. Sin embargo, los Comités de Empresa consideran que estos compromisos se han visto comprometidos tras la última reunión con el Ministerio, celebrada el 17 de febrero, en la que se anunció la exclusión de la línea R1 de la Red de Interés General y la creación de una empresa mixta externa al grupo Renfe para asumir las actividades operativas de ambas compañías.
Las organizaciones sindicales critican que no han tenido ninguna participación en la toma de decisiones, y aseguran que estas medidas suponen una ruptura total con lo acordado, ya que las soluciones propuestas por el Ministerio y la Generalitat son opuestas a los compromisos previos.
En cuanto a Renfe Mercancías, los sindicatos denuncian lo que consideran un proceso de privatización encubierta mediante la creación de una nueva sociedad controlada por la empresa logística MSC. Esta transición, según los representantes de los trabajadores, se facilita mediante el deterioro de la empresa pública, al no concurrir a nuevas contrataciones, obstaculizar la captación de clientes por parte de los comerciales y bloquear la operatividad de los trenes debido a la inacción de los centros de gestión.
Los paros en Renfe y Adif están convocados para los días 17, 19, 24, 26 y 28 de marzo, así como el 1 y 3 de abril, en protesta por estas decisiones.
Los comités generales de empresa alertan de que las nuevas medidas propuestas por las administraciones no implican una mejora del servicio, sino un aumento de los costes que recaerán sobre los ciudadanos. Critican la duplicidad de estructuras y la creación de nuevos cargos y organismos para gestionar un servicio que ya es operado por una empresa pública. Esta duplicidad, según los sindicatos, afectará a las economías de escala en la compra de trenes, materiales y formación.
Preocupación por la exclusión de líneas
Una de las principales preocupaciones de los sindicatos es la exclusión de las líneas afectadas de la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG), lo que podría reducir los estándares de seguridad y afectar a la interoperabilidad con el resto de la red ferroviaria española y europea. Esta exclusión también podría tener repercusiones a nivel europeo, dado que las líneas han sido financiadas con fondos de la Unión Europea para promover la interoperabilidad ferroviaria, y su exclusión podría dar lugar a sanciones por incumplir las condiciones de los pliegos de concesión.
Ante esta situación, los Comités Generales de Empresa instan al Ministerio de Transportes a respetar los acuerdos firmados y a garantizar la estabilidad y continuidad de los servicios ferroviarios bajo la gestión de Renfe y Adif.