Durante los días 2, 3 y 4 de octubre se va a celebrar en Sevilla el IX Congreso Mundial sobre la Violencia en la Escuela (#WCVS2023) y VIII Congreso Estatal de Convivencia Escolar. Un evento organizado por el Observatorio Internacional de Clima Escolar y Prevención de la Violencia (IOSCVP), en colaboración con el grupo de investigación IASED y el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
El objetivo, según apuntan en la página web de dicho congreso, es "crear un espacio donde se comparta y genere conocimiento riguroso sobre la mejora de la convivencia y la prevención de la violencia escolar, no solo en el contexto cara a cara, sino también en los contextos virtuales".
Un espacio en el que no estarán presentes las víctimas de la violencia escolar. Activistas contra el acoso en las aulas han mostrado su malestar por este hecho y se han quejado también de que para poder asistir de manera presencial haya que pagar 400 euros. Una cantidad a la que hay que sumar los gastos de desplazamiento para la gente de fuera de Sevilla.
"Es difícil para los activistas hacer oír su voz. Tengo miedo de que el tratamiento del acoso escolar se convierta en un negocio, en un chiringuito, como ya está pasando con otros problemas que la sociedad enfrenta y que nuestros gobernantes deberían solucionar", ha declarado en sus redes José Manuel López, padre de Kira, la joven de 15 años que se quitó la vida por la violencia escolar sufrida.
Son 150 euros si quieres participar online y 400 euros si quieres participar presencialmente. Si vas, suma también el costo del billete de avión, hotel, etc. Es difícil para los activistas hacer oír su voz.
— José Manuel López Viñuela - Padre de Kira López (@JMporKiraLopez) September 24, 2023
Tengo miedo de que el tratamiento del acoso escolar se convierta en… https://t.co/n9Mmd8Mfep
José Manuel se pregunta si los precios para asistir al congreso ayudan al avance científico: "¿No es mejor ajustarlos, bajarlos o quitarlos para que tenga acceso toda la comunidad que tenga interés en el acoso escolar? Pues de esto me quejo yo, de que al final me temo que las muertes de adolescentes por acoso escolar serán recurrentes y no se hará nada, solo se habrán creado más y más chiringuitos mientras el problema sigue sin solucionarse. Si yo quiero ir, tengo que pagar 400 euros. Mi hija Kira está muerta, no va a volver, pero no debería morir ningún niño más".
Fanny Albarracín, otra madre activista, añade: "No es normal que se monte un congreso sobre violencia escolar en Sevilla y no se lleve a ninguna víctima ni a nadie de los que estamos luchando".
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