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Cantando "gracias a la vida", la gallega Laura González Albade, se ha despedido de este mundo. Esta mujer de 67 años, que padecía un cáncer terminal, había solicitado el pasado mes la prestación de ayuda para morir.
Integrante de la asociación Derecho a Morir Dignamente, Laura ha dejado un conmovedor vídeo de despedida. "Me parece un broche que ni en una película de Hollywood, nunca me esperé un final de vida tan bonito como este", ha manifestado antes de recibir la eutanasia en el hospital Meixoeiro de Vigo.
Aunque ha tenido que enfrentarse a las trabas burocráticas del Servicio Gallego de Salud, que insistía en la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE), Laura ha logrado su propósito en mitad del plazo previsto.
Todas las personas que estuvieron acompañándola en su final en la habitación 705 salieron impresionados por la fortaleza, convicción y alegría de Laura. A todos les trató de concienciar acerca de la necesidad de potenciar unidades médicas de cuidados paliativos.
Laura también animaba a hacer el testamento vital como instrumento imprescindible para guiar a parientes y sanitarios sobre lo que uno desea en sus últimos momentos. Ambiciosa en la lucha por el derecho a morir bien, dignamente, Laura advertía que "en los próximos años, en nuestro país, habrá que luchar para mantener lo conseguido con la Ley de Eutanasia, reclamar su cumplimiento efectivo, y por eso la gente tiene que reflexionar bien a la hora de votar, y no apoyar a fuerzas o partidos que tratan de restringir derechos como la muerte digna o el aborto".
Laura decía que afrontaba el final sin miedo, solo con temor a las agujas necesarias para poner las vías. “Será como una anestesia total, una muerte feliz”, aseguraba en sus últimas horas, tal y como ha reflejado Derecho a Morir Dignamente.
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