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La custodia del hijo menor de Juana Rivas: sigue el laberinto judicial entre Granada y Cagliari

La Justicia española autoriza que Daniel, de once años, se quede en España con su madre, Juana Rivas, a la vez que remite a Italia el caso de sus presuntos malos tratos; mientras, la justicia Italiana reclama la vuelta del niño

Juana Rivas, a la salida de los juzgados en 2017.
Juana Rivas, a la salida de los juzgados en 2017.
23 de febrero de 2025 a las 08:57h

Símbolo de la lucha contra la violencia vicaria o “manipuladora”. Un menor necesitado de medidas de protección contra los malos tratos de su padre o sustraído “arbitrariamente” de su entorno y amigos. El caso Juana Rivas y la decisión que emprendió hace más de ocho años de quedarse con sus hijos para evitar por todos los medios que estuvieran con su padre, Francesco Arcuri, se estudiará tanto en las facultades de Derecho como en las de Ciencias Políticas o Periodismo.

Se trata de uno de los casos más longevos y mediáticos respecto a la violencia de género, el tratamiento en los medios y sus repercusiones sociales para el movimiento feminista y, sobre todo, el comportamiento y las decisiones que la Justicia toma frente a ellas. Casi una década después de que se prendiera la mecha del caso, este sigue dando vueltas en los juzgados. Un tema de debate nivel nacional, pero que atañe desde el primer minuto al derecho internacional. 

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Tras el via crucis que Rivas llevó a cuestas desde 2016, llegando a entrar en un centro penitenciario tras varios reveses judiciales, tras el indulto parcial del Gobierno en 2022, la disputa en los últimos años de la madre de Maracena y sus abogados recae sobre la custodia de su hijo menor, Daniel Arcuri Rivas. Este, tras la mayoría de edad de su hijo mayor, Gabriel, era el único que se mantenía con el padre en Italia. Todo hasta estas Navidades.

Juana Rivas, en los Juzgados, en una foto de archivo.
Una de las muchas ocasiones en los que Rivas ha tenido que ir a los juzgados.  ÁLEX CÁMARA

Tras interponer varias denuncias por violencia vicaria sobre Juana Rivas y malos tratos a Daniel, la justicia española decidió dar una medida cautelar de protección al menor y que este no tuviera que volver a Italia como así estaba pactado. Lo que parecía un impasse largo a la disputa sobre la custodia ha explotado, sin embargo, esta misma semana.

El Tribunal de la Corte de Apelación de Cagliari ordenó “el retorno inmediato” del niño a Caloforte, Cerdeña, donde convivía con su padre. La decisión, que se explicaba en un largo auto de 88 páginas, a la que ha tenido acceso este periódico, volvía a arremeter duramente contra Rivas. 

Síndrome de Alienación Parental

De nuevo, igual que en el fallo original sobre la custodia, se aludía a que Arcuri era "el único progenitor con capacidad para cuidarle", acusándola de “haber alejado por segunda vez” a su hijo “arbitrariamente” de su entorno y amigos en Carloforte. Que esta habría inducido a declarar a Daniel en la denuncia contra su padre con un relato “basado en una reconstrucción unilateral y manipulada de los hechos presentada por Rivas, quien no ha tenido reparos en involucrarlo, incluso induciéndolo a grabar un video”.

Los juzgados en Italia que llevan el asunto son los de lo mercantil

Este aspecto, la manipulación, se ha repetido en varias ocasiones a lo largo de los continuos reveses judiciales que Rivas ha tenido por parte de la justicia italiana. Los informes periciales llevados a cabo en Italia, que aducen a un supuesto Síndrome de Alienación Parental (un término que España, de hecho, quiere prohibir en la próxima ley de infancia por la falta de una base científica sólida y que la OMS ni siquiera admite), es en buena parte la razón por la que la justicia italiana lleva años negándole la custodia de sus hijos a Rivas. Explican en el auto, incluso, que ese extremo ya se ha dado con el hijo mayor, Gabriel, que también ha denunciado esos malos tratos por parte de Arcuri. Esos mismos informes, que tienen ya seis años y que salieron a la luz por primera vez en 2019, también han sido utilizados por el juez Píñar, quien condenó a Juana Rivas por la sustracción de menores, para acusarla a ella y no a Arcuri de ejercer violencia contra sus propios hijos. 

Aunque la propia Fiscalía italiana el pasado noviembre de 2024 ya planteó que había hechos suficientes para investigar por violencia vicaria el comportamiento del padre, no ha habido, sin embargo, ningún tipo de atención por parte del juzgado italiano que ha mantenido la custodia contra los intereses de Rivas. En este sentido, sus abogados han mantenido y mantienen que parte de la desincronización de criterios entre países se debe, sobre todo, a que la Corte de Apelación de Cagliari se encuentra “en la Sala de lo Mercantil, es decir, que no tiene especialización ninguna en la materia de género ni en la nombrada violencia vicaria”.

Con todo y con eso, el choque de decisiones judiciales no tendrá como resultado, en principio, alega la defensa de Rivas, la vuelta del menor a Caloforte hasta que la justicia española diga lo contrario. 

Inhibición y vuelta a Cagliari

La decisión de mantener al menor en Granada por parte del juzgado número 9 tiene, aun así, una segunda lectura, en tanto que este ha remitido la denuncia por violencia vicaria a Cagliari al acontecer los hechos denunciados en suelo italiano y no en suelo español.

"Es procedente remitir la causa a la Corte de Cagliari (Italia), que es el órgano judicial competente para conocer del fondo del asunto al haberse producido allí los hechos que han motivado la permanencia del menor en España”. El auto recuerda que el artículo 31 del mismo Reglamento establece que el órgano judicial que aprobó la medida cautelar ha de “declararse de oficio incompetente si un órgano jurisdiccional de otro Estado miembro es competente para conocer del fondo del asunto en virtud del presente Reglamento", señalaba el auto del juzgado granadino. 

Concentración en apoyo a Juana Rivas.   FERMÍN RODRÍGUEZ
Una reciente concentración en apoyo a Juana Rivas. FERMÍN RODRÍGUEZ

Cuando se tomó la decisión de que el menor se quedara en España se adujo al artículo 30 del Reglamento de la Unión Europea, que faculta a las autoridades judiciales de un país europeo a adoptar medidas urgentes y provisionales sobre hechos acontecidos en otro Estado europeo que supongan malos tratos a un menor “para proteger al menor de un grave riesgo”. Sobre esto, la defensa de Rivas ha sido claro: ni se entiende que Interpretan que “el interés superior del menor” no es compatible, aseguran, “con convivir con un padre procesado por maltratarle”. Rivas, además, también denunció que en las mismas Navidades donde Daniel se quedó finalmente en España, recibieron más de 80 llamadas de “acoso” por parte de Arcuri. Estos hechos también están denunciados por Rivas. 

Mientras tanto, el caso Juana Rivas, o la “causa” tal y como señalan desde su defensa, sigue alargándose hasta el punto en que el paso del tiempo ha llevado hasta que su hijo Gabriel haya llegado hasta la mayoría de edad mientras se resolvía aún su custodia en los juzgados. Daniel, por el momento, tiene once. 

Sobre el autor

Álvaro Holgado

Álvaro Holgado

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