Aunque todavía no tiene fecha, el juicio contra Dani Alves, acusado de agredir sexualmente a una joven en una discoteca la noche el 30 al 31 de diciembre del año pasado, se celebrará este 2023. Las investigaciones ya están llegando a la recta final y la Fiscalía ha destacado que al futbolista brasileño se le acusa de "un delito de agresión sexual con penetración". Este delito está tipificado en el artículo 179 del Código Penal con penas que van desde los cuatro hasta los doce años de cárcel.
Teniendo en cuenta que Alves, que sigue en el centro penitenciario de Brians II, ejerció un abuso de autoridad al forzar a la víctima, la pena estaría entre los ocho y los diez años de prisión.
Tras desestimar la Audiencia de Barcelona el recurso de apelación presentado por la defensa del brasileño para que quedase en libertad, el nuevo abogado del futbolista, Cristóbal Martell, va a basar su defensa en el intento de demostrar que las relaciones fueron consentidas, argumentando que la existencia de flujo vaginal en el informe forense descartaría la agresión sexual. Además, argumentarán que las únicas lesiones que presentó la víctima fueron en la rodilla.
La defensa de Alves, que insiste en que las cámaras revelan que el futbolista se marchó al lavabo y minutos después lo hizo la víctima, no descarta pedir una nueva prueba pericial.