Jesús Garay, teniente de alcalde del Ayuntamiento de El Puerto, donde es además delegado de Seguridad, solicitará al juez instructor del caso que investiga una presunta trama corrupta en Puerto III que, "debido a la falta de indicios, se le exima de la investigación y así se haga público para limpiar su honor".
El Ayuntamiento de El Puerto, ante la interpelación realizada en el pleno de este viernes por el portavoz del Grupo Socialista, Ángel González, refiriéndose al nombre del teniente de alcaldejunto a la trama de corrupción investigada en la cárcel Puerto III, en la que algunos funcionarios presuntamente intercambiaban permisos de los presos a cambio de dinero, ha salido al paso aclarando que "Jesús Garay aparece como investigado en esa causa debido a que un ciudadano, familiar de un interno, le pidió que preguntara por la situación de un sobrino, desconocido éste para el concejal, ya que veía que otros internos con causas similares y menos antigüedad que él obtenían permisos que a él le negaban".
Ante lo cual, el edil, al igual que hace con cualquier consulta ciudadana que le llega por razón de su cargo público, comunicó esa preocupación al administrador del Penal, Trifón M. —en libertad con cargos tras ser detenido la pasada semana—, quien le dijo que "lo miraría". Eso fue todo, según la conversación que se realiza a través de un audio de Whatsapp. No hubo ni petición de favores ni mucho menos intercambio de dinero alguno, ni siquiera mención a ello.
Desde el Ayuntamiento se insiste en que fue "una mera consulta a título informativo, haciendo hincapié en que el teniente de alcalde desconocía completamente la existencia de esta presunta trama de funcionarios de la cárcel por la que se daban permisos y otros beneficios a los internos a cambio de dinero".
Jesús Garay, ante lo expuesto, solicitará al juez instructor que, debido a la falta de indicios, se le exima de la investigación y así se haga público para limpiar su honor, ya que nada tiene que ver con este asunto y se sobreentiende que se le ha ligado por el simple hecho de ostentar un cargo público