Israel García, trabajador de Mercadona durante más de 20 años, ha sido despedido recientemente por darle un bocado a una hamburguesa que se "iba a tirar a la basura".
Su caso recuerda en Jerez al de las dos empleadas que fueron despedidas por comerse un saladito. Para más coincidencia, se da la circunstancia de que una de esas trabajadoras, Mari Ángeles García, es su hermana. "Hemos caído los dos en lo mismo", dice Israel con pesar.
En protesta por este despido, el trabajador tiene previsto apostarse en la puerta de la tienda de Mercadona en la que trabajaba, la de la avenida Tío Pepe de Jerez, todos los días, "en las horas punta, para que me vea más gente", dice en conversación con lavozdelsur.es.
Los hechos se remontan a mediados del mes de diciembre cuando, tras concluir la jornada laboral, Israel estaba pasando por distintas secciones, recogiendo basura y ayudando a compañeros. Al pasar por el apartado que Mercadona llama "Listo para comer", se llevó comida que no se había vendido ese día, un sábado.
"Estuve ayudando a un compañero a apuntar las cantidades que se tiraban", recuerda. Una vez en los contenedores, se encontró con otra empleada que estaba tirando la fruta en mal estado. "Allí vi una hamburguesa, que aún estaba caliente, y dije que tenía buena pinta. Yo le di un bocado y mi compañera probó unos nuggets", dice Israel.
En ese momento, apareció la gerente de la tienda, preguntándole por los hechos y recriminándoles su actitud. A los pocos días, se dirigió hacia el ya ex empleado de Mercadona, junto con dos abogados, para comunicarle su despido, instándole a firmar la carta. "Te comiste una hamburguesa y no la pagaste", le dijeron.
"Fue solo un bocado y me despiden", comenta atónito Israel García, que entendería una amonestación, pero no el despido fulminante por esta acción. "A la otra compañera, que la usan como testigo, no le ha pasado nada", agrega con sorpresa. "Irían a por mí", dice.
En sus 21 años de trayectoria en Mercadona, asegura Israel, nunca ha tenido problemas con compañeros ni superiores. "De ningún tipo", recalca. "Me voy a poner en la puerta todos los días", anuncia, "para que al menos me den lo que me pertenece". A su lucha se suma el sindicato CNT, que este viernes secundará las reivindicaciones de Israel.
El trabajador entiende que su despido es "injusto", y luchará por la readmisión, aunque es consciente de que es muy difícil. De hecho, tiene el ejemplo de su hermana Mari Ángeles, que consiguió que su despido fuera improcedente, por lo que percibió una indemnización, tras lo que buscó trabajo en otros establecimientos.
Mercadona, consultada por lavozdelsur.es, asegura que "se ha procedido a despedir a este trabajador por consumir un producto incumpliendo el proceso que haría cualquier compañera o compañero de su tienda, abonarlo primero”. La compañía agrega que, “si lo hubiese pagado, apto para el consumo, no habría ido a desperdicio".
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