Diego Valencia ha sido el sacristán que ha perdido la vida en Algeciras tras el ataque que las fuerzas de seguridad del Estado están investigando como yihadista. La víctima era un hombre muy conocido y querido en la ciudad.
Ha sido después de la misa de las siete de la tarde cuando Yassine Kanjaa, el hombre que ha sido detenido acusado de perpetrar los ataques a varias iglesias, ha entrado en la iglesia de La Palma y, tras destrozar varias cruces e imágenes, ha dado una puñalada con una catana al sacristán.
"Ha sido después de la celebración de la misa. Ha ido directamente a por él. No habíamos recibido amenazas, salvo puntualmente una vez. Diego pensaba que era una de estas personas que de pronto suben al altar para tirar las cosas, pero de pronto supongo que vio que tenía un machete bastante grane y se fue a por él", ha contado en la cadena Ser Juan José Marina, párroco de la iglesia de La Palma y vicario general del Campo de Gibraltar.
Marina cree que él, que suele ser el encargado de oficiar misas habitualmente, debería haber sido la víctima. "Posiblemente, esta muerte iba para mí y se la ha encontrado él", ha manifestado.
El acusado de intentar una matanza tras atacar a varias personas nació en octubre de 1997 en Marruecos. No posee antecedentes en materia de islamismo. En su ataque a otra iglesia, la capilla de San Isidro, asestó un corte con el arma blanca que portaba en el cuello del párroco Antonio Rodríguez, quien se encuentra en estado grave.