El 19 de mayo de 2021, Kira López, una joven de 15 años con toda la vida por delante, una estudiante ejemplar, una hija maravillosa, se quitó la vida por culpa de aquellos compañeros que le hacían la vida imposible desde que tenía cuatro años.
Más de diez años siendo maltratada en el colegio por niñas y niños de su misma edad. Un acoso escolar que incluso no frenó tras su suicidio. Una semana después de su muerte, uno de sus acosadores le mandó un correo electrónico a su dirección de Classroom con un mensaje terrorífico: "Muere, muérete".
Sus padres fueron a la Policía para averiguar quién había sido el emisor de tan cruel correo. "Cuando llegué, me dijeron que era muy complicado de saber. Me comentaron que van a pedir el favor del fiscal y les dije que no, que no quería favores, que o lo miraban o contrataba a un abogado. Nueve mil euros nos costó saber quién había sido. Fue uno de sus bullys".
La autoría del joven acosador que envío el mensaje sí ha podido desvelada, pero no así el nombre de la persona que le robó a Kira el reloj el día de su muerte. La joven tenía un Apple Watch que tiene un enorme valor sentimental para sus padres. Un reloj que desapareció y del que nadie sabe nada. "Según nuestros conocimientos, Kira llevaba puesto un Apple Watch de primera generación (que no cuenta con funciones de rastreo) cuando murió. Sin embargo, cuando su cuerpo llegó al forense, dicho reloj había desaparecido", cuenta José Manuel López.
El padre de Kira añade: "Un mes después de perder a Kira, y como no sabía si los Mossos habían investigado sobre el reloj desaparecido (me decían que no podían informarme porque la causa estaba judicializada), decidí moverme yo mismo. Fui a hablar con la gente de la empresa de limpieza que se encargó de limpiar el charco de sangre que dejó mi hija, y les pregunté, de la forma más cordial posible, si se habían encontrado el reloj. Les pedí que, si lo tenían, por favor lo dejaran en nuestro buzón, porque ese reloj tiene un valor sentimental enorme para nosotros. También puse un cartelito en la escalera de casa pidiendo lo mismo".
A pesar de la búsqueda, el reloj sigue sin aparecer. "Que sepamos, los Mossos no llevaron a cabo una investigación sobre la desaparición de este reloj, hecho que me resulta profundamente perturbador y doloroso. Aunque no se puede descartar completamente que el reloj fuera sustraído el día anterior en la escuela (aunque esto parece poco probable), todo parece indicar que desapareció en el trayecto entre mi casa y las instalaciones forenses".
Hasta la fecha, nadie ha hecho nada por investigar qué ha pasado con el reloj de Kira. Por este motivo, su padre se ha dirigido a Manel Balcells, consejero del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña y responsable, por lo tanto, del Servicio de Emergencias (SEM): "Usted tiene la capacidad de indagar –o al menos hacer el intento– sobre quién despojó a mi hija de su reloj. ¿Fueron miembros del SEM? Este reloj no es un objeto cualquiera; es un recuerdo familiar precioso. El reloj nos pertenecía y simboliza una conexión con Kira, quien no merecía ser ultrajada mediante el robo de sus pertenencias post mortem".
¿Dónde está el reloj de Kira? ¿Quién se lo quitó? ¿Por qué sigue sin aparecer? ¿Cómo puede alguien llevarse un objeto de una chica que se ha quitado la vida? Estas son algunas de las preguntas que siguen en el aire. Como ha podido constatar José Manuel López, con otras familias que también han sufrido sustracciones tras circunstancias dolorosas, en muchas ocasiones se producen robos a víctimas que quedan inconscientes o están muertas. Cuando acaban en el hospital o se encuentran en la morgue, los familiares se dan cuenta de que les falta la cartera, el móvil o algún reloj que la víctima portaba antes del suceso.