Andalucía tiene 712 residencias de mayores —67 son viviendas tuteladas— con un total de 42.585 plazas. De todas ellas, el 76,82% son privadas, aunque el porcentaje de plazas gestionadas de forma privada es ligeramente superior, llegando al 77,7%. Almería es la provincia andaluza con mayor indice de residencias privadas, con un 42%. Por contra, Málaga y Huelva están en torno al 13%. Los datos, aportados por la Federación de Organizaciones de Mayores de Andalucía (FOAM), que aglutina a 480 asociaciones y cuenta con más de 35.000 socios, se pueden consultar en un elaborado informe que recoge que las propietarias de la mayoría de residencias andaluzas están en manos de fondos de inversión internacionales.
Domusvi, que pertenece al fondo Intermediate Capital Group y a SRS, y Vitalia Home, en manos de CVC Capital Partners, destacan por encima del resto de propietarios privados de residencias. Clece, filial de ACS, o la Fundación Gerón, son otras compañías que gestionan residencias andaluzas. Domusvi tiene trece residencias en Andalucía, con un total de 1.739 plazas, según contabiliza la FOAM. Residencial Senior 2000 SL es propietaria de once residencias y 1.288 plazas; Asistencia Europea Reifs SL tiene ocho residencias y 1.288 plazas; y Residencias Familiares para mayores SL tiene siete residencias y 1.081 plazas.
La compañía Domusvi, que está controlada por el fondo de capital privado británico Intermediate Capital Group desde 2017, forma parte de una red societaria con ramificaciones en Luxemburgo y la isla de Jersey, donde tiene su sede fiscal la sociedad ICG Europe Fund VI (No. 1) Limited Partnership, una estrategia diseñada para pagar menos impuestos, como desveló InfoLibre hace unos meses. Domusvi facturó, sólo en España, 619 millones de euros durante 2019, la mitad de los cuales proceden de residencias de mayores, que gestionan gracias a las concesiones de residencias públicas para que las administre Domusvi, o la compra de plazas concertadas. La compañía dirigía a principios de 2020 un total de 140 residencias, con 18.700 plazas, donde han fallecido más de 2.000 personas mayores durante la pandemia.
El fondo de inversión británico CVC Capital Partners compró en 2018 el 80% de Vitalia Home, que es el tercer grupo de residencias más grande del país. En esa operación, como informa InfoLibre, se movilizaron 165 millones de euros desde seis sociedades ubicadas en Jersey para "optimizar fiscalmente" la inversión, gracias a la creación de una estructura empresarial con sedes en España, Holanda y Luxemburgo. Durante 2018, Vitalia Home facturó 96,3 millones de euros, 41,8 millones en Andalucía, donde gestiona 25 centros, según se refleja en su web.
La Junta de Andalucía apenas administra una veintena de residencias en toda la comunidad. Los ayuntamientos andaluces son propietarios de 131 de las 161 residencias públicas de la región. Hay otras diez que pertenecen a organismos públicos provinciales. Eso sí, las plazas públicas no siempre tienen una gestión pública, ya que hasta 26 residencias que dirigen Administraciones están gestionadas por empresas privadas, o lo que es lo mismo, más de 2.100 plazas.
El porcentaje de residencias privadas en Andalucía no ha parado de aumentar en los últimos años. En 2006 había un 70,8% de gestión privada, y hasta 2019 esa cifra ha aumentado hasta el 77,7%, según los datos recopilados por la Federación de Organizaciones de Mayores. Entre 2015 y 2017, con el PSOE gobernando la Junta de Andalucía, se produjeron los mayores incrementos.
La comunidad, además, presenta un déficit de unas 29.300 plazas residenciales, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja una ratio de cinco plazas en residencias por cada 100 mayores de 65 años, lo que supondría tener en Andalucía 71.941 plazas, por las 42.585 que hay actualmente. Ahora mismo hay una media de tres plazas por cada 100 mayores de 65 años, dos puntos por debajo de la recomendación de la OMS y 1,1 punto por debajo de la media de España. Jaén, con 3,9, está a la cabeza, y Cádiz y Sevilla, con 2,6, ocupan los últimos puestos.
“La crisis sanitaria, que ha sorprendido a todo el mundo, ha evidenciado las carencias existentes tanto de recursos humanos, como materiales, en las residencias de mayores existentes en España”, destaca el informe de la FOAM. “Queda la duda de si estas dramáticas experiencias se podrían haber minimizado con centros residenciales de mayores mejor dotados y con recursos suficientes”, agregan.
"Se debe caminar, con el liderazgo de las Administraciones, hacia un modelo de residencias sin masificar, sin rutinas tipo cuartel y evitando el aislamiento con el resto de la sociedad"
"Han faltado equipos de protección y test para residentes y profesionales. Ha habido tardanza en implementar protocolos de actuación y control por parte de la Consejería de Salud y no se han habilitado centros intermedios gestionados por el sistema sanitario en colaboración con los servicios sociales y conectados con el ámbito hospitalario, que permitieran la rápida evacuación de las personas contagiadas a estos centros, para evitar que se extendiera el contagio al resto de residentes y poder prestarles la atención sanitaria que precisaban", indican desde FOAM en el informe. "A todo ello hay que sumar la opacidad de las administraciones y parte de la dirección de los centros, en la información suministrada a los familiares de los residentes, opacidad que, en menor medida, aún a día de hoy persiste".
El Movimiento Andaluz en Defensa de la Pensiones Públicas y la Federación de Organizaciones de Mayores de Andalucía demandan la promulgación de una Ley que regule el funcionamiento de las residencias y de los centros sociosanitarios del país, para que a partir de ahí las comunidades autónomas mejoren sus condiciones. "Las instituciones sin duda han hecho dejación de funciones en la garantía de los derechos de los usuarios de residencias, en la medida en la que no han habilitado los recursos necesarios", reseñan.
"Se debe caminar, con el liderazgo de las Administraciones, hacia un modelo de residencias sin masificar, sin rutinas tipo cuartel y evitando el aislamiento con el resto de la sociedad. Proporcionar una atención integral de la persona, teniendo en cuenta que es diversa, y cada una tiene sus preferencias, gustos, achaques. Un modelo donde cada persona mantenga su autonomía y el control sobre su propia vida, con posibilidad de desarrollar las actividades que les gusten y en contacto y comunicación con el exterior, integradas en su barrio o su entorno", reseña FOAM.
Las personas mayores de 80 años pasarán de representar el 4% de la población en 2010 al 10% en 2050. Más de uno de cada diez adultos se encargará de cuidar a una persona dependiente —más de dos tercios, mujeres mayores de 50 años—. Los cuidadores familiares tienen un 50% más de probabilidades de abandonar su carrera laboral y un 20% más de sufrir una enfermedad mental. Con estos datos, FOAM y el Movimiento Andaluz en Defensa de las Pensiones Públicas destacan la importancia de "garantizar los derechos de las personas mayores y dependientes en residencias".
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