El legionario Alejandro Jiménez Cruz falleció el 25 de marzo de 2019 durante unas maniobras, cuando apenas tenía 21 años.
Seis años después de su muerte, por la que un sargento de la Legión está cumpliendo condena, su madre lo recuerda con una carta en la que asegura que nunca va a conformarse, "a dejar de sentir rabia, impotencia, pena y dolor".
Chari Cruz, la madre de Alejandro Jiménez Cruz, en el sexto aniversario de su muerte, dice: "Aún no sé definir cómo me siento. Todavía creo que es pronto para saberlo y, pensándolo bien, creo que nunca lo voy a saber, ni voy a estar preparada".
"Hoy, otro año más", le duele a esta madre "rememorar esos duros momentos, esos abrazos mentirosos, sentir otra vez ese dolor que no se puede describir".
Este 25 de marzo de 2025 se cumplen seis años desde que "te quitaron la vida, desde que no te hicieron honor esos a los que llamabas familia (la legionaria), esos en los cuales confiabas, esos que por no tener huevos se pusieron del lado oscuro, todos menos uno... Fran", recuerda Chari.
"Ya no puedo escribir más, porque me voy caldeando a medida que las palabras se agolpan en mi mente... así que solo puedo decirte mi niño que no dejo de recordarte, que siempre estás en mi pensamiento y que te echo muchísimo de menos. Te añoro, te extraño y moriría por volverte a ver, a abrazar, besar y escuchar aunque fuese solo un momento", remata la carta.
Versiones contradictorias
De un disparo murió Alejandro Jiménez Cruz durante unos ejercicios de adiestramiento en el campo de maniobras de Agost, en Alicante.
El joven, nacido en Palma de Mallorca, pertenecía al Tercio Don Juan de Austria 3º de La Legión, desplegado en la base Álvarez de Sotomayor, en Viator (Almería), donde tuvo lugar su funeral.
El caso estuvo unos meses bajo secreto de sumario judicial, pero una vez se levantó se pudo conocer que hasta tres peritos del Instituto Armado confirmaron que el proyectil salió del arma del sargento que estaba en el ejercicio de tiro, una versión que contrasta con la ofrecida por la Legión.
En un primer momento, aseguró que la bala venía rebotada de un pelotón que estaba haciendo un ejercicio de fuego real cerca de donde se encontraba Alejandro.
El pasado verano, el sargento de la Legión Antonio Saúl Guil, acusado de matar a Alejandro, entró en prisión, tras ser condenado por la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo a casi seis años de cárcel, después de que el Tribunal Territorial Militar Segundo lo condenara a tres años, diez meses y 26 días de cárcel.