Este lunes se celebró en el Juzgado de lo Social nº 1 de Jaén un acto de conciliación judicial, después de que Amara F. F., una joven que fue despedida en su primer día de trabajo cuando sus empleadores supieron que era gitana, interpusiera un juicio por despido nulo por discriminación y antigitanismo.
Los hechos sucedieron en octubre de 2021, cuando una empresa de servicios de limpieza contrató a esta joven por recomendación de su cuñada, antigua trabajadora de esta misma empresa, que no es gitana. El mismo día en que la joven empezó a trabajar en un supermercado que subcontrataba los servicios de esta empresa, la encargada preguntó por WhatsApp a su cuñada si Amara era gitana. Tras esta conversación, la encargada llamó a Amara para poner fin a la relación laboral, con la excusa de que se había incorporado una chica que estaba de baja, lo cual ahora ha demostrado ser falso, pues el único motivo de su despido fue su condición de gitana, tal y como reconoce la propia empresa.
Antes de interponer la demanda, en noviembre del año pasado se intentó el preceptivo acto de conciliación ante el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación, al que no compareció la empresa demandada. Por ello y aunque Amara habría preferido llegar a un acuerdo en el acto de conciliación antes de iniciar un procedimiento judicial, no ha tenido más remedio que presentar, con el apoyo de la FSG, una demanda contra la empresa que la considera que la discriminó.
Esta mañana, cuando estaba señalado el juicio por el despido nulo, las partes han alcanzado un acuerdo ante el Juzgado, mediante el cual la empresa reconoce el despido nulo por discriminación y se compromete a pagar a la víctima una indemnización que asciende a 4.100 euros.
Juan Reyes, director territorial de la FSG en Andalucía ha manifestado que “estamos muy satisfechos por haber logrado esta reparación para la víctima en un claro caso de discriminación en el empleo, una de las más graves y más habituales formas de discriminación, al limitar e impedir a las personas gitanas mejorar sus condiciones de vida y prosperar. En este caso se produce además la circunstancia de que Amara es una mujer joven, que acababa de acceder a su primer empleo, lo que agrava aún más el impacto en la víctima”.
La discriminación en el empleo es también una de las menos denunciadas, pues las víctimas tienen muchas veces miedo a actuar por posibles represalias o a tener problemas a la hora de encontrar trabajo en el futuro.
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