José empezó a escribir “por distracción”, por matar las horas en su casa. Siempre le ha gustado hacerlo, pero ahora casi lo hace por "obligación". La que ha contraído con la Asociación de Parkinson y Alzheimer de Trebujena, la localidad que le vio nacer. "Hace bastantes años que escribo, pero no le daba importancia", confiesa José Tejero Caro, al que todos conocen como Pepe.
Pepe es uno de los 150.000 españoles que padece Parkinson, un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva —la segunda dolencia más prevalente después del Alzhéimer—, una enfermedad a la que el trebujenero le dedicó hace unos años unos poemas que luego formaron parte de su primer libro, Mi otoño. El poema del mismo nombre, que abre esa obra, se ha convertido en "emblema" de la Asociación de Parkinson y Alzheimer de Trebujena —"Pasan los días de esta triste estación / van cayendo hojas sin remisión / y no le encuentran solución"—.
"Un día estando en Sanlúcar de Barrameda escribí Mi otoño. Me pegó un pellizco y lloré un poquito", cuenta Pepe Tejero. "Se lo di a mi señora y no le gustó, me dijo que no escribiera eso, pero a mí me pegó el pellizco y dije que eso iba para adelante", agrega. Desde ese momento fue apuntando todos sus pensamientos en un cuaderno, "por distracción simplemente", donde recogía las poesías que luego convirtió en libro. Este 4 de junio, a las 20.00 horas, presenta su segunda obra, De lo más hondo, en la cooperativa Albarizas de Trebujena, con la participación del escritor Jesús Maeso de la Torre.
"En este libro le canto a Trebujena, al amor, al mar, a la mujer, al Guadalquivir, al molino de viento —un monumento de la localidad—, a la libertad, a los que vienen buscando un hogar donde refugiarse...", dice, sin poder evitar emocionarse cuando habla de los inmigrantes que llegan al país. "Para mí tiene un valor incalculable acordarme de esos seres que dejan su vida atrás, buscando un pedazo de pan o un sitio donde poder dormir, un techo", apunta un poeta que le pone "el corazón y el alma" a todos sus escritos.
Pero Pepe también escribe sainetes, pequeñas piezas teatrales que voluntarios de la Asociación de Parkinson y Alzheimer de Trebujena se encargan de representar cada año en una gala que les sirve para recaudar fondos. Como en este evento, los beneficios de la venta de sus libros también se destinan a la asociación, a la que pertenece desde que se fundó, hace 11 años. "Para mí supone muchísimo", cuenta Pepe. "Además de las terapias, me ha servido para conocer una gran familia, a una gente maravillosa".
En la asociación, Pepe Tejero y el resto de usuarios reciben sesiones de fisioterapia, logopedia o psicología. Pero él sueña con que llegue el día en que enfermedades como el Parkinson tengan cura. "Se tiene que investigar más esta enfermedad, no se investiga lo suficiente", reclama. Mientras llega ese momento, a la asociación trebujenera le ayuda mucho el granito de arena que aporta Pepe con sus poemas y sainetes. Pepa Fernández, terapeuta y directora de la asociación, comenta que supone "un gran sustento" para ellos.
"Pepe representa un ejemplo de lucha y de superación, es la muestra de que con el Parkinson se puede vivir. Es verdad que es una enfermedad neurodegenerativa e incapacitante, pero aquí está él y las personas que tienen Parkinson, pero si no se tiene un problema añadido no tiene por qué afectar a las capacidades intelectuales", cuenta Pepa Fernández, directora de la Asociación de Parkinson y Alzheimer de Trebujena. "Nuestro objetivo fundamental es concienciar y dar a conocer estas enfermedades, porque hay una gran confusión y desconocimiento sobre el Parkinson", añade Fernández.
"Llevamos 11 años luchando, pero el otro día por la calle, Pepe saludó a una vecina y se sorprendió de que la hubiera conocido. Sigue habiendo mucho desconocimiento sobre lo que es el Parkinson, por eso nuestro objetivo principal es concienciar y dar a conocer la enfermedad", señala la directora de la asociación, que para el último libro de Pepe, De lo más hondo, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Trebujena, que se ha encargado de costear la tirada de 400 ejemplares de la primera edición, por lo que la recaudación recaerá íntegra en la asociación. "Es un alivio", aporta Fernández.
Entre poemas, sainetes y cuentos —que también ha escrito alguno—, Pepe Tejero va ampliando su obra, con la que ayuda a otras personas que padecen su misma enfermedad. "Con sus escritos está cubriendo un hueco al que deberían llegar las Administraciones", aporta Pepa Fernández, quien asegura que a asociaciones como la que dirige, las subvenciones llegan tarde, o "se quedan cortas". Con un acto benéfico tras otro se encargan de que no les "falte de nada" a los usuarios de la asociación.
"Conocer a Pepe es un lujo, porque es una gran persona, sabe estar y tiene una templanza y una capacidad de lucha increíbles", señala la directora de la asociación. "Nunca tiene un mal gesto, siempre va con la educación por delante, y con una sonrisa". Pepe Tejero, que se emociona durante la entrevista, dice que es un "orgullo" que sus obras sirvan para ayudar a la asociación de la que forma parte. "Cuando saqué el primer sainete me sirvió de estímulo", señala. "Que lo recaudado vaya a esta asociación hace que antes escribiera por distracción y ahora casi por obligación", agrega. Y que siga por mucho tiempo.
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