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Rosario Flores, la hija menor de la inolvidable Lola Flores, está de actualidad. Esta semana ha presentado su nuevo disco y la semana pasada acudía a Jerez, en compañía de su hermana Lolita, para presentar Lola Flores II, un nuevo espacio en la ciudad natal de la artista dedicado a la familia de La Faraona.
La cantante hablaba en su visita reciente a El Hormiguero de la inspiración que siguen suponiendo para ella las figuras de su madre y su hermano, Antonio Flores.
La hija de la legendaria Lola Flores es tal vez la más parecida tanto en físico como en el capítulo artístico, por su carácter innovador, a su madre. Muchos de los rasgos más característicos de la universal Lola están presentes en su hija.
La conexión entre ambas va más allá de lo visual, pues la pasión y la entrega con la que Rosario interpreta sus canciones remiten a las mismas emociones que su madre desbordaba en cada actuación.
Y esa conexión también se traduce a un amor de la menor de las Flores por la tierra de su madre. En la provincia gaditana, la cantante ha decidido construir un rincón paradisíaco al que huir entre actuaciones, giras e intervenciones en programas de televisión.
En Zahora, entre Barbate y Vejer, con el faro de Trafalgar muy cerca y unas vistas impresionantes al Atlántico, Rosario tiene una espectacular casa donde desconecta del día a día profesional. Ubicada en primera línea de playa, la vivienda es un auténtico manantial de paz y está perfectamente alienada con esa forma de ser, libre y espiritual, de la artista.
Decorada de forma sencilla, con un gran porche para pasar relajadas veladas, esta casa une a Rosario con la tranquilidad y los orígenes de su madre. Un refugio que además cuenta con un estudio de grabación en el que la hija de Lola puede aprovechar la inspiración del mar y el lugar para darle rienda suelta a su música.
